Las mujeres y el trabajo

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Al integrarse las mujeres al Trabajo productivo tienden a obtener independencia económica, desarrollo personal, estatus social, en el caso de realizar un emprendimiento pretenden además la administración de su propio tiempo; sin embargo prevalecen diferencias de salarios y oportunidades en el trabajo que desempeñan. 

La Organización de las Naciones Unidas plantea los Objetivos de Desarrollo Sostenible para ser alcanzados a nivel global y lograr una transformación mundial para el año 2030. El Objetivo 5 dicta Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas (ONU, 2015), es prioridad avanzar en estos compromisos y que se traduzcan en acciones (BM, 2018). 

A través de programas de política pública los gobiernos potencian la inclusión y participación de las mujeres al trabajo productivo, las impulsan a emprender sus propios proyectos con el fin de obtener beneficios sociales y económicos; obtener un ingreso, reducir su situación de pobreza y alentar su propio empoderamiento (Tuñón, 2010, CEPAL, FAO, ONU Mujeres, PNUD, OI, 2013).  

La Organización Internacional del Trabajo (OIT, 2018) señala que las mujeres deben participar económicamente, acceder a un trabajo digno en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana. El último Informe Mundial sobre Salarios de la OIT 20182019, (2018) señala que las diferencias de remuneración entre hombres y mujeres son aún inaceptables; las mujeres perciben un salario aproximadamente 20% inferior al de los hombres.  

Según el Banco Mundial (2016) casi el 60% de los 188 países de los que se tienen datos, carecen de marcos legales que obliguen a que exista igualdad de oportunidades en las prácticas de contratación, igual salario por trabajo igual, o que permitan que las mujeres realicen el mismo trabajo que los hombres y los países que cuentan con legalidad no garantizan su cumplimiento (BM, 2016, s.n.). 

De acuerdo al informe regional sobre Trabajo Decente e Igualdad de género de la CEPAL, FAO, ONU Mujeres, PNUD, OIT (2013) en América latina y el Caribe las mujeres presentan una clara situación de desigualdad, lo cual se refleja en su falta de participación en el ámbito económico y político, la tasa de participación laboral femenina es de 52.6% mientras que la de los hombres es de 79.6%. En cuanto al sector económico al que se dedican, el 75.5% de las mujeres ocupadas trabajan en el sector terciario, 13.5% al sector secundario y 10.8% al sector primario. 

En América Latina las mujeres reciben menor ingreso que los hombres en todos los segmentos ocupacionales. En la economía informal el ingreso es 57% menor que el masculino y el ingreso promedio de las asalariadas en las microempresas equivale al 88% del ingreso de los hombres (CEPAL, FAO, ONU Mujeres, PNUD, OIT,(2013); Vázquez, Arredondo y de la Garza (2016) en su investigación sobre la brecha de género en los países de la Alianza Pacífico, corroboran que una parte importante de ellas se encuentran en condiciones de informalidad y desempeñan trabajos poco remunerados. 

En México el porcentaje de tasa de participación económica de la población de 15 años o más hasta el 1er trimestre del 2018 a nivel nacional corresponde a 42.62% mujeres y 77.09% hombres, una brecha de 34.47% (INMUJERES, ONU mujeres, CEPAL, INEGI, 

2018).  

Se observa una clara diferencia entre el trabajo no remunerado y el trabajo remunerado realizado por hombres y mujeres (BM, 2016). El primero se refiere al trabajo de cuidados, el que se realiza en el hogar; involucra la limpieza, salud y alimentación de la familia, cuidado de adultos mayores, enfermas(os) y la crianza de las(os) hijas(os) (Durán, 2012, Esquivel, 2011). La distribución del Tiempo total de trabajo entre hombres y mujeres hace manifiesta la repartición inequitativa del trabajo no remunerado y la existencia de una doble jornada para las mujeres. El concepto de Tiempo total de trabajo se refiere a la suma de horas de trabajo remunerado y el no remunerado (CEPAL, FAO, ONU Mujeres, PNUD, OIT,2013).   

De acuerdo a la Encuesta Nacional sobre el Uso del Tiempo 2014, en México de cada 10 horas que se destinan al trabajo, 55.4% contribuyen a la economía del país sin retribución monetaria, las mujeres dedican 28.8 horas a la semana en actividades de cuidado y 29.8 horas a las actividades domésticas, mientras que los hombres destinan 12.4 horas y 9.7 horas por semana respectivamente (INMUJERES, INEGI, 2014). Existe una dicotomía entre el trabajo que se realiza en el hogar y el trabajo fuera del hogar, para las mujeres dichas actividades se superponen constantemente dada la articulación viva entre ambas (Mazzei, 2013). 

La diferencia de salarios y oportunidades de trabajo de las mujeres puede deberse a que interrumpen su desarrollo profesional para dedicarse a la crianza de las(os) hijas(os) y cuidado de la familia (CEPAL, FAO, ONU Mujeres, PNUD, OIT,2013), así como a la falta de preparación y discriminación (Moreno-Moreno, López-Torres y Barrón-Arreola, 2019). Las mujeres tienden a desempeñar empleos informales en horarios flexibles que les permitan conciliar con las responsabilidades domésticas (BM, 2016). 

Prevalece la inequidad en el acceso al trabajo pagado, las mujeres representan la mayoría en los trabajos poco remunerados, de medio tiempo, e informales (Kabeer, 2012). Esta situación de inequidad propicia que ellas busquen oportunidades de trabajo donde pueden administrar su propio tiempo y lograr una retribución económica que contribuya a su bienestar, así buscan emprender sus propios proyectos apoyadas por subsidios del gobierno o programas de microcréditos (Pokhriyal, Rani y Uniyal, 2014, Bhatia, Rubio, y Saadat, 2002, Zapata, Vázquez, Alberti, Pérez, López, Flores, Hidalgo, y Garza, 2008, Sulur Nachimuthu, Gunatharan, 2012).  

La toma de decisión sobre la incorporación de las mujeres al trabajo productivo depende tanto de factores personales como familiares, la aceptación de la localidad de acuerdo a sus costumbres socioculturales y a la disponibilidad de trabajos para ellas (Kabeer, 2012). Es necesario el reconocimiento de las interacciones existentes entre las esferas privada y pública para no invisibilizar la doble carga de trabajo que enfrentan las mujeres al incorporarse en el trabajo productivo. (Carrión, Lozano-Ramírez y Montiel-Flores, 2018, p. 

153).  


 

Referencias 

Banco Mundial (2016) Igualdad de género, que muestran los datos en 2016. Banco Mundial blog. Recuperado de : https://bit.ly/2XR7dnV 

Banco Mundial (2018) The cost of gender inequity. Unrealized potential: the high cost of gender inequality in earnings. Retrieved from: https://bit.ly/2J04p5p 

Bhatia, M., Rubio, P. y Saadat, P. (2002) Credit Provision and Gender: Targeting Women and Fostering Empowerment through Micro-finance. John F. Kennedy School of Government, Harvard University 

CEPAL, FAO, ONU Mujeres, PNUD, OIT(2013) Trabajo decente e igualdad de género. 

Políicas para mejorar el acceso y la calidad del empleo de las mujeres en América Latina y el Caribe. Recuperado de: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—americas/—rolima/—sro-santiago/documents/publication/wcms_233161.pdf 

Díaz-Carrión, I.A., Lozano-Ramírez, M.C., Montiel-Flores, J.C. (2018). Liderazgo transformacional y género en hoteles de 4 y 5 estrellas en Tijuana (México). Cuadernos de Turismo, 42, 137 – 160. DOI: http://dx.doi.org/10.6018/turismo.42.06 

Durán, M. (2012) El trabajo no remunerado en la economía global. España: Fundación BBVA. Recuperado de: https://bit.ly/32saA8u 

Esquivel, V. (2011) La economía del cuidado en América Latina: Poniendo a los cuidados en el centro de la agenda, Atando cabos, deshaciendo nudos Centro regional e América Latina u caribe del PNUD, 2, 1 -41. Recuperado de: 

http://www.gemlac.org/attachments/article/325/Atando_Cabos.pdf 

INEGI (2015) Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas. Recuperado de: https://www.inegi.org.mx/contenidos/programas/enaproce/2015/doc/ENAPROCE_15.pdf (consultado 6 Julio 2019) 

Mazzei, C. (2013) Producción y Reproducción: la mujer y la división socio-sexual del trabajo. Rumbos TS, 7(8) 128-142. Recuperado de: 

http://www.ucentral.cl/prontus_ucentral2012/site/artic/20140423/asocfile/20140423093251 /11.pdf 

OIT (2018) Informe mundial sobre salarios 2018-2019 [consultado 10 Julio 2019]. https://www.ilo.org/global/about-the-ilo/newsroom/features/WCMS_650648/lang-es/index.htm 

ONUMujeres, (2018) Mujeres rurales, derechos humanos [consultado 26 Julio 2019]. Recuperado de: https://bit.ly/2oWTA7f 

Pokhriyal, A., Rani, R. y Uniyal, J. (2014) Role of Business and Finance. 

Journal of Bussiness and Finance, 1(1), 27-37 

Tuñón, E (2010) Evaluación de los programas de crédito a proyectos productivos de mujeres en Tabasco, Campeche y Quintana roo. Revista de Estudios de Género, La Ventana, 32(3) 81-116 

Zapata, E. Vázquez, V., Alberti, P., Pérez, E., López, J., Flores, A., Hidalgo, N., Garza, E. (2008), Microfinanciamiento y empoderamiento de mujeres rurales, las cajas de ahorro y crédito en México. México: Plaza y Valdés 

 

 

 

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