Lo que no sabías de la ansiedad y el estrés

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Es difícil encontrar actualmente personas que no hayan padecido de estrés y ansiedad en algún momento de su vida; el trabajo, el ritmo de vida, las responsabilidades económicas, la escuela, las relaciones humanas pueden ser fuentes tanto de estrés como de ansiedad; pero ¿qué son el estrés y la ansiedad exactamente?, ¿Cómo nos afectan?, ¿Cuándo se convierten en un problema y qué podemos hacer para atenuar sus efectos?

La palabra estrés proviene del latín stringere que significa provocar tensión; este concepto fue utilizado en la física para hacer referencia a la fuerza a la que son sometidos los objetos para deformarlos, romperlos o modificarlos; de ahí el concepto pasó a distintas disciplinas y posteriormente se volvió una palabra de uso común para denominar la presión a la que estamos expuestos los seres humanos ante circunstancias difíciles.

Sin embargo, el concepto de estrés no se limita a las afectaciones a las que estamos expuestos por parte del medio sino que también hace referencia al estado de alerta en el que la persona entra para poder resolver de mejor manera la tarea en cuestión; de ahí que existan dos tipo de estrés; el estrés “bueno” o eutrés que activa los recursos de la persona y la faculta para la resolución del conflicto, y el estrés “malo” o distrés que afecta a la persona expuesta y que merma las habilidades del sujeto.

La ansiedad, por su parte, hace referencia a un estado emocional que en dosis bajas puede resultar emocionante, por ejemplo, cuando nos encontramos frente a una persona que nos atrae o cuando vamos camino a una fiesta; pero cuando anticipamos un mal resultado, cuando creemos que las cosas se saldrán de control la ansiedad se parece más al miedo y puede llegar a ser incapacitante.

La ansiedad y el estrés tienen funciones adaptativas para enfrentar situaciones novedosas, amenazantes o que requieren de la agudeza en nuestros sentidos. De forma natural y sabia el cuerpo regresa a un estado de equilibrio luego que la situación ha sido resuelta, pero en ocasiones no es así, en ocasiones el cuerpo se queda “trabado” en función alerta o la alerta se vuelve demasiado sensible; en cualquiera de estos dos escenarios después de un tiempo comienza el desgaste físico, emocional y mental; es ahí cuando la ansiedad y el estrés se convierten en un problema.

Tanto la ansiedad como el estrés se experimentan de forma distinta en cada persona, para algunos el mayor impacto se da a nivel corporal; en esos casos realizar ejercicio, alimentarse bien y tener un sueño adecuado son aspectos básicos para la atención. Otras personas resienten más los efectos en su aspecto emocional, ante lo cual conviene el conversar con personas con las que se tiene confianza, canalizar las emociones a través de del canto, baile o cualquier forma de expresión; cuando los síntomas son de tipo mental la meditación y el desarrollar un pasatiempo son una buena idea.

Test de estrés: https://www.psicoter.es/tests/test-de-estres 

 


Autor: Psic. Héctor Atahualpa Gutiérrez Pérez. Estudios de Licenciatura en Psicología Clínica, Maestría en Terapia Familiar, Hipnosis Clínica, Terapia Corporal, Terapia Gestalt, Terapia Cognitivo Conductual y Creación Literaria. Supervisor en CAOP campus Tijuana.

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