La importancia de generar más investigación sobre niños y adolescentes víctimas de abuso sexual

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Los niños y adolescentes que pasan por un evento traumático, como el abuso sexual, tienen afectaciones en su desarrollo cognitivo y social que, si no es tratado, puede desencadenar otros problemas de importancia como abuso de sustancias o, que cometan actos delictivos u otras conductas, sin embargo, es poca la información específica que existe al respecto, así lo señaló el Psic. Sebastian Páez Martínez, estudiante del Posgrado en Neuropsicología en CETYS Tijuana.

A través de un proyecto de investigación que lleva a cabo en colaboración con el Laboratorio de Estrés y Neurodesarrollo de la Universidad de Guadalajara, buscan encontrar cómo varía el desempeño en el funcionamiento ejecutivo y habilidades sociales de adolescentes varones con estrés postraumático secundario a abuso sexual infantil, es decir, cómo cambia su control inhibitorio comparado con aquellos que no tienen este antecedente de abuso.

“A través de observar el desempeño en pruebas neuropsicológicas de un grupo de adolescentes que fueron víctimas de este delito y otro que no, es que podemos estudiar las diferencias en tales procesos cognitivos. Esto es muy necesario porque existe poca información, más en Latinoamérica, que hable de alteraciones en esta población derivadas de abuso sexual, tanto a nivel neuropsicológico como psicológico”.

 

cetysEl estudiante de CETYS Universidad refirió que, en general, se tienen estudios de niños víctimas de maltrato infantil y cómo estos eventos pueden causar alteraciones anatómicas del sistema nervioso central y sus funciones. A nivel psicológico, esta población corre un mayor riesgo de desarrollar trastornos mentales, emocionales y, son más susceptibles de caer en el consumo de sustancias así como de cometer actos delictivos.

“Los datos que sí tenemos es de niños con maltrato infantil, es decir, maltrato físico, negligencia y abuso emocional. En el caso particular de los varones, si lo comparamos con las niñas, sabemos que ambos sufrirán daños en su salud mental, con mayor probabilidad que ellas desarrollen psicopatologías, aunque hay que decir que tenemos pocos datos en niños en particular en cuanto a las funciones ejecutivas”, puntualizó.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 5 niños declara haber sufrido abuso sexual en su infancia, sin embrago, es menos declarado por parte de los varones ya que podría estar relacionado con el estigma social asociado a haber sido víctima de ello.

MÁS INVESTIGACIÓN PERMITE PROMOCIÓN DE ESPACIOS SEGUROS

Esta clase de investigaciones permitirán, no solamente tener más base científica de cómo afecta este delito, sino también conocer cómo atender estas situaciones traumáticas, creando así programas preventivos, poder detectar de forma más segura y pronta, es decir, aumentar espacios seguros que los atiendan y se evite la repetición de esto.

“La realidad es que es difícil visibilizar esto, personalmente me impacta porque ya he trabajado con estas poblaciones y desgraciadamente hay estigmas que nos alejan de tener un espacio para acercarse y atender su salud mental y física. Investigaciones como ésta nos ayudan a atender otros trastornos que surgen a raíz de haber pasado por el abuso sexual infantil”, señaló.

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