NFTs; de las subastas a los negocios

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Alguna vez te has preguntado ¿Qué tienen en común Stephen Curry, Naomi Osaka, Derek Jeter y Simone Biles? Si pensaste que todos son deportistas de alto rendimiento y celebran contratos especiales con marcas como Nike para la promoción de sus productos, sería lo normal. Pero lo que actualmente une a estos deportistas es una simple plataforma conocida como Autograph.

Ubicada en Los Angeles, Autograph es una plataforma digital cofundada por nada más y nada menos que el mariscal de campo Tom Brady; su razón de ser consiste en juntar las marcas más icónicas, deportistas legendarios, entretenimiento y cultura para crear colecciones digitales y experiencias únicas para los usuarios alrededor del mundo. ¿A qué se refieren cuando mencionan colecciones digitales? Esto hace referencia a los NFT, también conocidos como tokens no fungibles. Estos tokens son activos digitales que se encuentran protegidos por el blockchain, la cual, es la misma tecnología que se emplea en las criptomonedas y se caracterizan por tener un sello que valida su autenticidad, pero ¿cómo llegó este tema a ser relevante? 

Todo empezó con un artista conocido en internet como Beeple o Mike Winkelmann, que tiene alrededor de 2.5 millones de seguidores en sus redes sociales, se levantó un día para cumplir el reto de crear un diseño diario; desde sketches hasta diseños con mensajes políticos. Este reto llegó a más de 5,000 días o cerca de los 14 años, pero no fue hasta que sus seguidores le comentaron que investigará sobre los NFTs como una manera de monetizar su trabajo, fue entonces que realizo un collage de todas sus obras durante estos 14 años, titulada; Everydays – The First 5000 Days. Con NFT en mano solo hacía falta el medio por el cual pudiera ser vendido: es aquí, en nuestra breve anécdota, que aparece Christie’s; una prestigiosa casa de subastas ubicada en el Londres que se ha reconocido por subastar las piezas de arte más finas; desde el único retrato de Shakespeare hasta la última pintura de Da Vinci. 

Decididos a subastar la pieza de Winkelmann, se anunció en Twitter que la casa subastaría la obra mientras que la recepción de ofertas comenzaría el 25 de febrero para finalizar el 11 de marzo de este año. Al término de la subasta, Winkelmann se fue a su casa con una ganancia 69 millones de dólares mientras que Christie’s daría el banderazo oficial para legitimar los NFTs y de paso las obras digitales Winkelmann como artículos valiosos para los coleccionistas. Es a partir de este punto en nuestra historia que los NFTs empezarían a cobrar la relevancia que tienen en nuestros tiempos.

¿Sigues sin ser convencido del valor que pueden acumular estos tokens? Hablemos del caso de Jack Dorsey, CEO de Twitter; quien creó un NFT sobre su primer tuit y lo colocó en una subasta que terminó vendido por la módica cantidad de 1,630.58 ether, es decir fue pagada con la criptomoneda Ethereum que equivale aproximadamente a 2.9 millones de dólares al momento de su venta. Es mediante estos dos casos que nos llevan a formular la siguiente pregunta: ¿Cómo es posible que una pieza de arte digital pueda valer tanto e incluso más que una obra física? Este valor radica en su sello de autenticidad, el mismo que avala su existencia como único de su categoría; es decir, cualquier puede tener una foto o recreación de un Van Gogh o Picasso pero todos sabemos que algún rincón del planeta existe un coleccionista apasionado que posee la obra que fue pintada años atrás. 

Hablando en un tono empresarial, en donde, el escenario actual es uno de transición hacia el mundo post pandemia ha quedado claro la necesidad de innovar los procesos de antaño; los NFTs podrían contribuir a ello. Entre sus principales usos podríamos destacar que se pueden usar como sellos que permitan verificar y validar que la mercancía que se está recibiendo es auténtica propiciando que se reduzca la pirateria de productos o que la misma nos indique el posible estado actual tratándose de materiales perecederos. En un uso más cotidiano se podría aplicar en los tickets de los conciertos, partidos u obras de teatro como una medida para evitar las reventas.

Si bien, existe un potencial oculto en los NFTs para ser más que obras digitales. Tenemos que hablar sobre el impacto ambiental que causan, para esto tendremos que recordar lo que se mencionaba al inicio de este texto; y es que los NFTs emplean la tecnología del blockchain pero al momento en que sube el artista su obra a esta plataforma, se procede a realizar una serie de procesos complejos, que requieren una enorme carga de energía eléctrica. En promedio un NFT puede generar más de 200 kg de carbono o aproximadamente el dejar tu computadora encendida por una hora.

Para finalizar, los NFTs presentan un futuro intrigante para la sociedad: al ser una nueva forma de comercializar arte, es posible que empecemos a escuchar pronto noticias de colecciones digitales valuadas en miles de millones de dólares, tal vez nuevas forma de hacer más eficiente la producción del token en términos ambientales aunque lo más interesante podría ser si las empresas decidirán dar el salto para usar los NFTs como parte de sus controles internos o simplemente se quedará como una opción alterna de invertir y crear patrimonio.

 

Por: Luis Antonio Arámburo, estudiante de séptimo semestre del programa de licenciatura en Contador Público Internacional de CETYS Universidad Campus Mexicali

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