La transformación digital se define como la integración de las nuevas tecnologías en todas las áreas de una empresa, computarizar, automatizar y en consecuencia hacer más eficiente la operación del negocio. Todo esto con el objetivo de optimizar los procesos, mejorar la competitividad y ofrecer un valor añadido tanto a sus clientes como a sus asociados.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) ha tenido muy claro este concepto durante los últimos quince años y han comprobado que el empleo de la tecnología en sus procesos de fiscalización es la base para generar y aumentar su recaudación.
El gobierno de México ha sido uno de los pioneros en digitalizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales. Iniciando con su proyecto de facturación electrónica, ahora un proyecto consolidado, hasta la creación de la plataforma de contabilidad electrónica, la cual busca una fiscalización predictiva de los contribuyentes.
Así como el gobierno ha hecho cambios estructurales dentro de sus procesos, el contribuyente debe de hacer lo propio. La transformación digital para los empresarios es un cambio radical en su operación, lo cual es correcto, pero muchas veces va encaminado sólo a ciertos rubros de la empresa, dejando fuera de la transformación digital a las áreas administrativas como Cuentas por Pagar, Cuentas por Cobrar, Impuestos, Contabilidad, lo que hace que las empresas sean obsoletas con el paso del tiempo y que cada vez les cueste más trabajo cumplir con las exigencias de los órganos fiscalizadores a través de sus procesos.
Además, recordemos que en los últimos meses el SAT ha estado incrementando el uso de las auditorías electrónicas y realizando pre-liquidaciones en lo que respecta a declaraciones anuales y mensuales de impuestos, basándose en la información que tiene a su disposición ahora casi en tiempo real de las facturas electrónicas (CFDI) emitidas y recibidas por los contribuyentes.
La inversión en la actualización de sistemas contables, los sistemas de planificación de recursos empresariales (ERPS), revisión y actualización de procesos, consultoría de negocio, inteligencia digital, para la correcta transformación de procesos ya no es más un lujo sino una necesidad. Al sofisticarse y digitalizarse los procesos de fiscalización, los contribuyentes necesitan cada vez de estas nuevas herramientas para poder cumplir con las obligaciones fiscales en tiempo y forma de la manera más eficiente posible.
El invertir en soluciones digitales que ayuden a los negocios a ser más eficientes de manera administrativa y que a la vez nos ayuden a tener control sobre nuestra información, son la clave para asegurar un crecimiento sustentable y tener una práctica de cumplimiento fiscal efectivo. Recordemos que con las nuevas disposiciones fiscales, el no cumplir en tiempo y en forma puede resultar en costosas multas, y engorrosos procesos de revisión en sitio.
Autor: Juan Alberto Morales Mar, actual Gerente de Impuestos Región LATAM NORTH en la firma EY MEXICO y Vicepresidente de Identidad del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), es doblemente CETYS Alumni: egresado de Preparatoria en 2006 y de la Lic. en Contador Público International en 2010.