La función empresarial como vocación social

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En numerosas ocasiones existe una gran diferencia entre lo que las personas jóvenes, por ejemplo, los alumnos universitarios, responden lo que quieren ser, y lo que quieren hacer en el futuro. La experiencia dicta que la respuesta más común recae en nombrar un puesto, un trabajo, una profesión. Sin embargo, en realidad la pregunta es más amplia.

En la universidad pública es habitual escuchar a los muchachos que el plan es buscar trabajo, no emprender. Esos trabajos suelen procurarse en alguna agencia pública, instituto, o poder del Estado.  Pasan años escuchando de sus profesores que deben buscar un empleo, no crearlos. Y si el empleo es improductivo, en una agencia gubernamental que provea beneficios como planta para evitar ser despedidos, hasta llegar cómodamente a la edad de retiro, mucho mejor.

En la universidad privada existe una mayor población de jóvenes dispuestos a emprender y con planes específicos de abrir sus propias empresas. Pero aun en ella tenemos vasto campo de oportunidad para formar más y mejores emprendedores. En este caso, aquellos que tienen un fuerte compromiso social y sus intereses no son preponderantemente económicos.

Contamos con el capital humano dispuesto a dedicarse a la atención de problemas como la marginación, pobreza, migración económica, medio ambiente, educación especial y otros que cada fuego interno les dicta. No obstante, mencionan específicamente planes de trabajo social, voluntariado, filantropía. Aún no han conocido el campo y oportunidades para desarrollarse en la empresa social, como emprendedores sociales.

CETYS Universidad, y la comunidad bajacaliforniana, tienen una oportunidad única para empatar este joven capital humano, con su amplia y arraigada tradición del voluntariado y acción social que caracteriza a nuestras sociedades. Son bien conocidas las encomiables labores de fundaciones, asociaciones y grupos religiosos que por décadas se han dedicado a atender ya sea a la niñez, a la juventud con pocas oportunidades, hasta la vejez y los enfermos terminales. Talento y vocación están presentes.

Pero esta oportunidad debe considerar algunos obstáculos. En su ensayo -La vocación empresarial- el Padre Robert Sirico reseña que ¨A pesar de la encomiable actitud de la cultura popular contra prejuicios de cualquier forma, todavía queda un grupo sobre el cual ha sido declarada una temporada abierta: los empresarios… los empresarios son descritos como ambiciosos, inmorales, e inescrupulosos¨ (Sirico, 2010).

Para una definición general del emprendedor, el profesor Ludwig Von Mises señala que la función de emprender ¨no es patrimonio exclusivo de una clase o grupo; se halla presente en toda acción y acompaña a todo actor…El término empresario…significa: individuo actuante contemplado exclusivamente a la luz de la incertidumbre inherente a toda actividad.¨ (Mises, 2014, pág. 254)

En un sentido más estricto como el comercial, el empresario es quien combina y recombina los factores productivos en la consecución de utilidades monetarias. Para el profesor experto en emprendimiento Peter Klein, el emprendimiento es ¨soportar la incertidumbre. No el riesgo probabilístico. No lanzar un dado. Sino sobrellevar estas fundamentalmente profundas incertidumbres¨ (Klein, 2020)

Para el caso del emprendedor social, es aquél que además de lo anterior, antepone su propósito a las ganancias. Busca el impacto positivo atendiendo a un grupo social o un problema ambiental. El fin es la solución deseada. El medio para ello es la actividad mercantil. Enfrentará los riesgos y problemas, el éxito o el fracaso, motivado por su vocación de servicio, vía sus talentos empresariales para hacer contribuciones tangibles a la sociedad.

Parte de esta labor de enseñanza e impulso en la formación de emprendedores sociales, recaerá en aquellos que logren reconocer la necesidad del ser humano por lo trascendente, por el significado de su propia vida, que les mueve a buscar la excelencia. Los empresarios sociales tendrán en sus herramientas a la inteligencia, sus talentos, aptitudes, además de su propio llamado para lograr el desarrollo personal al ponerse al servicio de los demás.

Como bien lo comprendió el Padre Sirico, ¨Verdaderamente, los dones que los empresarios ofrecen a la sociedad en toda su extensión se encuentran más allá de lo que ellos u otros puedan comprender plenamente. Los empresarios son la fuente de más bien social y espiritual que lo que generalmente se reconoce¨. (Sirico, 2010)

 


El Lic. Rodrigo Hernández Mijares, es Profesor de las materias de Economía y Economía Internacional a nivel licenciatura y director operativo del Centro de Investigación Económica del Noroeste (CIEN) de CETYS Universidad.

Referencias 

Klein, Peter G. (2020). Mises University. Recuperado de: https://mises.org/library/entrepreneurship-6

Mises, L. v. (2014). Human Action: A Treatise on Economics, New Haven: Yale University Press.

Sirico, R. (2010). The Entrepreneurial Vocation. Acton Institute. Recuperado de: https://www.acton.org/pub/religion-liberty/volume-1-number-5/entrepreneurial-vocation.

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