La educación a nivel mundial ha visto un cambio en su modalidad de trabajo y ha aprovechado más las herramientas tecnológicas que ya existían y no eran aprovechadas al 100%, sin embargo, su implementación ante la falta de clases presenciales no garantiza que la educación sea de calidad, la clave durante y después de la pandemia se centra en el docente.
Para el Dr. José Luis Bonilla Esquivel, Director del Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades de CETYS Universidad, es primordial que las escuelas definan, como instituciones, protocolos de ingreso a las instalaciones, trabajar en la adaptación de las aulas tanto en materiales como en la organización de los grupos, incluso considerar un modelo flexible y/o híbrido. Además de esperar las medidas preventivas y de higiene que definan las autoridades educativas para el regreso de los estudiantes a los planteles educativos.
“Se evidenció que no se aprovechaban los dispositivos electrónicos para mediar aprendizajes en los estudiantes, pero esta transición a una educación no presencial fue obligatoria una vez llegada la situación del COVID-19. Con ello vemos un cambio de la forma de entrega de trabajos, la modalidad, va incorporando riqueza en recursos tecnológicos que ya existían y se han redescubierto en la práctica docente, deben implementarse con la forma y estilo de profesor. Al final será el docente frente a los estudiantes quien hará el cambio significativo y un aprendizaje de calidad”, analizó el Experto CETYS.
Desde el punto de vista del Dr. Bonilla, no se pueden aplicar las mismas herramientas digitales a los distintos niveles educativos. Por ejemplo, en educación básica se enfrentaron a menos recursos y menor uso de la tecnología en los aprendizajes, donde es fundamental el apoyo de los padres. Mientras que, en media superior, superior y posgrados, hubo mayores posibilidades de que el estudiante continuara con sus enseñanzas..
“Cuando inició esta problemática había mucha gente asustada por cómo enfrentar esta situación, qué va a pasar con los estudiantes, sabía que íbamos a salir adelante y ahora estamos más seguros que los profesores han salido con más habilidades, son más capaces, usan más herramientas. Lo que no debemos perder es la finalidad y que debe ser clara, en función de esta tomar decisiones, en el uso de recursos y planeaciones adecuadas a los maestros”, reflexionó el académico.
En ese sentido, el Director del Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades de CETYS enfatizó que aún es incierto si el regreso a clases será con la misma cantidad de estudiantes por grupo. “Pero hay que estar preparados a todos los escenarios posibles”.
Por último, el Dr. Bonilla Esquivel recordó que, en CETYS Universidad se invirtieron casi 700 horas de trabajo a través de 115 cursos de actualización, así como mesas de trabajo y asesorías individuales. Se trabajó en las estrategias de evaluación, el uso de recursos tecnológicos, así como herramientas didácticas diversas. Se aprovecharon plataformas como Blackboard, videoconferencias en Zoom, y el uso de herramientas de productividad en la nube como G Suite.
En México, el Ciclo Escolar 2020-2021 iniciaría clases de forma escalonada a partir de agosto, dependiendo el nivel educativo y el avance del semáforo que determinó la Secretaría de Salud y que aplica por regiones. Sin embargo, las escuelas y docentes deben estar preparados para varios escenarios, desde el continuar con las clases en línea, un regreso con una dinámica distinta en el grupo.