Entre filtros, ‘likes’ y comentarios; ¿Sabes qué es la dismorfia corporal?

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El acompañamiento de padres y/o tutores durante la pubertad y adolescencia es fundamental para que los jóvenes tengan un sano desarrollo, y para evitar que padezcan trastornos de percepción, como la dismorfia corporal.

Se trata de una alteración de tipo somático, cuyos principales síntomas son los pensamientos obsesivos acerca de la apariencia e imagen corporal propia, con tendencia a maximizar, e incluso a percibir, defectos que a la vista de las demás personas son imperceptibles o inexistentes.

En casos extremos, quienes lo padecen recurren a extenuantes e insanas rutinas de ejercicio, se someten a dietas rigurosas e incluso, a procedimientos estéticos con los que buscan corregir las características físicas que les incomodan. También es posible que los afectados se avergüencen y se preocupen de su apariencia, al grado de evitar situaciones sociales.

“Este tema no es nuevo, pero se ha hecho mucho más evidente por las nuevas tecnologías y el uso cetysde las redes sociales. En este mundo donde todos nos ven, todos nos juzgan y hacemos lo mismo, la imagen se ha convertido en un referente de validación y de aceptación social; hemos cambiado la ética por la estética”, describió el Dr. Josman Espinosa Gómez, docente de tiempo completo en la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali.

Recordó que los estereotipos de apariencia que el mundo virtual dicta están dentro de rangos que no todas las personas pueden alcanzar, produciendo el rechazo hacia sí mismos y como consecuencia, el padecimiento de la dismorfia corporal.

¿Cómo detectarla?

La dismorfia corporal puede tener su origen en otros trastornos de salud, particularmente los de tipo alimenticio. Si no se detecta a tiempo, como todo padecimiento, puede derivar en consecuencias graves e irreversibles para la persona afectada.

“Cuando todo el mundo me dice, incluso con base en datos médicos, que luzco bien, que estoy sano, y sigo comparándome con los demás y sin estar de acuerdo con la imagen que mi cuerpo proyecta, podemos decir que padezco dismorfia corporal”, detalló el especialista.

Necesitar validación de los demás acerca de la imagen propia, suspender actividades básicas como alimentación, sueño, trabajo o escuela, buscar constantemente espejos y tomarse fotografías, así como invertir mucho tiempo en compartir contenido en redes sociales y presentar frustración si no hay respuesta positiva, son síntomas de dismorfia corporal.

“Te dedicas a buscar verte bien, pero, eres el único que piensa que no se ve bien”.

¿Cómo tratarla?

La sobreprotección en la que viven las nuevas generaciones y su poca tolerancia a la frustración, son factores que dificultan la detección y el tratamiento de este trastorno, indicó el Dr. Espinosa Gómez.

Desde la crianza temprana, y principalmente prestando la atención que una persona en desarrollo requiere, los padres, tutores y familiares de los jóvenes pueden evitar que presenten dismorfia corporal.

Cuando el joven no está de acuerdo consigo mismo, no se gusta ni se acepta, puede iniciar un proceso de autodestrucción inconsciente. Por eso es importante prevenir, y, ante todo, buscar ayuda profesional ante la mínima sospecha de que está presentando dismorfia corporal o cualquier otro padecimiento.

“Recordemos que de la infancia a la adolescencia se están generando identidades, sentidos de pertenencia, adscripciones a grupos y en esos procesos empezamos a validarnos y podríamos decir que es en la juventud cuando más necesitamos orientación, porque nos enfrentamos al mundo real”.

Tanto las redes sociales como los estereotipos y los hábitos de consumo tienden a deshumanizar a las personas, cosificándolos y facilitando que su confusión los lleve a tratar de lograr ideales inalcanzables. La diferencia entre padecer o no un trastorno conductual, está en la observación y la atención que se brinde a quien resulte necesitar ayuda profesional.

“Los adultos a veces dejamos de ver a los chicos. Pero es la observación la única forma en la que podemos notar actitudes, comportamientos, tendencias a algo distinto. La diferencia siempre es observarlos, conocerlos para detectar las sintomatologías. Así que hay que ser pacientes, y no desestimar ninguna señal”, finalizó el Profesor Josman.

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