Modelos empresariales con sentido social

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Empresa y empresarios no siempre son términos asociados con la bondad y el bien. Con diferentes grados y matices, según el momento histórico y su contexto, empresas y empresarios han sido cuestionados en su legitimidad partiendo de las premisas fundamentales de su existencia y sus manifestaciones más evidentes e inmediatas. Sin embargo, estos cuestionamientos pierden de vista la realidad objetiva.

En la historia reciente, se hace patente la tendencia hacia la búsqueda de la trascendencia social de la acción empresarial, bajo la gran premisa de la sustentabilidad. Existe así, una relación intrínseca entre las dimensiones económicas, sociales y medioambientales, donde el parámetro clave es la creación de valor en estas dimensiones, de una manera permanente. 

En las escuelas de negocios se ha observado una franca transición en el enfoque formativo de los futuros profesionales de los negocios. Por fortuna, la concepción de que el propósito de la empresa, y por lo tanto del empresario, es exclusivamente maximizar la utilidad del negocio, se está superando con la adopción de una perspectiva holística en la cual lo principal es buscar la maximización del valor y la creación de riqueza con balance entre los diferentes grupos que con legitimidad tienen un interés en el éxito y la permanencia de la empresa.

¿Cómo desarrollar modelos empresariales con sentido social?

El Consejo Mundial para el Desarrollo Sostenible (WBCSD, por sus siglas en inglés) plantea que es indispensable apalancar el impacto positivo de las empresas bajo una redefinición del concepto de valor, incluyendo movilidad y diseño urbano, y la economía circular, la cual se enfoca a la eliminación del desperdicio a través de sistemas que por diseño se orienten a la reutilización. 

La Organización de las Naciones Unidas concibe al desarrollo sostenible como aquel donde se satisfacen las necesidades presentes sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones de satisfacer las propias. Lo que es común observar en las posturas de los organismos internacionales en materia de sustentabilidad, es que el camino para el desarrollo humano integral necesita de un enfoque sustentable. Simple y sencillamente no hay otra forma, y por lo tanto no existe otra manera de hacer negocios adecuadamente alineados en favor del desarrollo humano integral, que hacerlo con una perspectiva de sustentabilidad. Esto requiere responsabilidad social, lo cual es un excelente comienzo, pero no es por sí solo suficiente. Se requieren formas innovadoras de operar, de hacer funcionar el negocio, modelos nuevos que reemplacen la lógica tradicional.

Aunque se ha avanzado, podemos dividir los enfoques empresariales en dos grandes grupos. Por un lado, los que se apegan a la tradición, que buscan generar utilidades y compensar a la sociedad tan solo hasta donde es requerido, por lo que siguen un enfoque transaccional en el negocio. Por otro lado, emerge un grupo de empresas que adoptan un enfoque responsable y transformacional, en el cual no solamente buscan el beneficio propio, sino que lo extienden a la sociedad creando valor y generando beneficios perdurables.

¿Es posible construir una empresa en torno a un modelo de negocio centrado en la responsabilidad social transformacional?

Más allá de la filantropía, y más allá de ser buen “ciudadano corporativo” se propone un escenario donde la empresa conciba su estrategia de negocios como encaminada a resolver o atender problemas sociales, de manera rentable. Las empresas que han logrado esto, generan modelos empresariales encaminados a la generación de progreso social. Reconocen que ni el gobierno ni la sociedad pueden lograrlo todo, pero que tampoco las empresas, solas y sin ayuda de aquellos, pueden ser la solución a la enorme y compleja problemática que enfrenta el mundo. Estas empresas, reconocen que hay necesidades apremiantes que solo pueden resolverse cuando existe franca y abierta colaboración entre empresa, sociedad y gobierno. 

El ejemplo más inmediato y evidente, es el siguiente: se puede afirmar que la salida definitiva a la enorme crisis sanitaria que se vive derivado de la pandemia de COVID-19, no puede darse sin la participación de la iniciativa privada. Son las empresas las que están desarrollando las vacunas, y será con el apoyo de gobierno y sociedad como se garantizará el suministro amplio a la población, a un costo razonable.

¿Qué debe hacer la empresa para la adopción de un enfoque responsable y transformacional?

Las recomendaciones para las organizaciones son:

1.- Adoptar una nueva visión de empresa, transformadora y responsable, innovadora y con sentido social.

2.- Buscar que esa nueva visión se traduzca en acciones concretas, que formen parte de un plan y que ese plan tenga recursos asignados.

3.- Adecuar su modelo de negocio, para estructurar formas de operar donde los problemas y necesidades sociales puedan dar origen a modelos de negocio distintivos.

4.- Certificaciones y acreditaciones en materia de responsabilidad y sustentabilidad, que provean aprendizaje a la empresa sobre prácticas de excelencia, orienten la evolución del negocio, y sirvan como testimonio del compromiso y decisión de la empresa.

5.- Difundir y compartir lo bueno que se ha logrado, las historias de éxito que puedan servir como ejemplo y catalizador de una cultura empresarial positiva.

Finalmente, es pertinente detenerse en este último punto. El bien que hacen muchas empresas, y los modelos innovadores con que dan sentido social a su existencia, en ocasiones son muy admirables y dignos de estudio para replicarlo en otras partes. Para ello existe una iniciativa singular que se denomina AIM2Flourish (https://aim2flourish.com/). Esta iniciativa que está albergada en Case Western Reserve University, tiene como propósito “contar al mundo” las historias de éxito en cuanto a empresas sustentables y responsables. El marco de referencia para clasificar las aportaciones, son los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable del Pacto Global de las Naciones Unidas. Año con año, profesores de cientos de universidades alrededor del mundo, participan a través de sus alumnos, quienes realizan trabajos como parte de su asignatura, encaminados a identificar y documentar, por escrito y en vídeo, casos de éxito empresariales donde se observan criterios de responsabilidad y sustentabilidad, alineados con los 17 Objetivos de Desarrollo Sustentable. Todos los trabajos se envían y registran como parte del repertorio de proyectos que constituyen “historias de éxito” que se difunden a todo el mundo. Así mismo, cada año, de los centenares de proyectos, 17 son seleccionados y premiados. Lo importante, es que las empresas que hacen algo diferente por la sociedad, tengan un espacio donde su historia, sea contada al mundo.

Conclusión

Por compromiso y convicción, los empresarios deben asumir responsabilidades que rebasan el perímetro de sus organizaciones, lo cual vuelve complejo su entorno competitivo. Pero a la vez, actuar con responsabilidad social y sustentabilidad, le da mayor sentido y legitimidad a la acción empresarial, y brinda oportunidades de negocio que antes eran invisibles. Sí, antes, cuando no se pensaba o suponía que una empresa puede resolver una necesidad social, y al mismo tiempo satisfacer las expectativas de rentabilidad, pero sobre todo de creación de valor en forma sostenida. 

Hoy, el mundo ha cambiado, las empresas con él, y la historia se escribe cada día que pasa; una historia que merece ser contada.  


El Dr. Francisco Vélez Torres es Director del Colegio de Administración y Negocios del Sistema CETYS Universidad.

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