Dra. Sylvia Mónica Pérez Núñez
El espíritu empresarial se considera un medio potente para transformar a la sociedad y lograr el anhelado bienestar económico y social. Se reconoce que las empresas son actores importantes para el desarrollo de los países, son motores de desarrollo y crecimiento económico para aliviar las grandes desigualdades en los niveles de vida.
Sin duda las actividades comerciales están entrelazadas con problemas y prioridades clave del desarrollo sustentable. En1987 la Comisión Mundial del Medio Ambiente y del Desarrollo de las Naciones Unidas, presidida por la Dra. Gro Harlem Brundtland, presenta el informe “Nuestro Futuro Común” en donde se define el concepto de desarrollo sustentable como el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades y se compone de tres pilares fundamentales: económico, social y medioambiental.
Las naciones Unidas consideran que el sector empresarial desempeña un papel protagonista para alcanzar los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) publicados en 2015 en lo que se denomina la Agenda 2030. Alrededor de 190 países se han comprometido a generar esfuerzos para alcanzar estos objetivos y sus metas específicas.
Hablar de una actividad empresarial centrada en la sustentabilidad, es hablar de valores que detonan la mentalidad empresarial sustentable. Existen dos valores dentro de la escala de 10 valores desarrollada por Shalom Schwartz en 1994 que se vinculan directamente con la sustentabilidad: benevolencia que es la búsqueda del bienestar de aquellas personas con las que se han hecho vínculos y que otorgan cierto sentido de pertenencia, y universalismo definido como la preocupación, tolerancia, aprecio y respeto por todas las personas y la naturaleza. Los valores, de acuerdo a este autor, son metas transituacionales deseadas que varían en importancia y sirven de guía en los principios rectores de la vida de una persona.
Dado que los valores se pueden desarrollar, el desafío clave de las universidades y específicamente de las escuelas de negocios es encontrar estrategias curriculares y no curriculares para que los estudiantes desarrollen los valores que detonan la mentalidad empresarial sustentable. Un esquema de pensamiento holístico que resulta de entender el funcionamiento ecosistémico, una sensibilidad social y valores personales que se expresan a través de acciones para el bien común.
Acciones que fomentan la sustentabilidad
Educar en la formación de una mentalidad sustentable significa desarrollar proyectos e iniciativas que nutran el desarrollo de cuatro áreas: perspectiva de sistema, cosmovisión ecológica, inteligencia emocional y espiritual. CETYS Universidad a través de los años ha puesto en marcha diversos programas, iniciativas y desarrollo curricular entorno a la sustentabilidad como:
- El proyecto institucional Zero Waste que fomenta la reducción de residuos
- Participación estudiantil en convocatorias sobre emprendimiento vinculados a los ODS como son Babson Collaborative Student Challenge, Global Social Innovation Challenge y Green Challenge de Heineken,.
- Proyectos como RSWC sobre uso óptimo de agua,
- CETYS Solar Power y el Laboratorio Móvil de Energías Renovables.
- Asociaciones y grupos estudiantiles como enfocados a la sustentabilidad como RECICALI, REDES, MUN Terravita y UNIRED.
- Cursos y tareas enfocados a la sustentabilidad.
- Creación del Instituto de Estudios para la Sustentabilidad de CETYS.
Investigación y resultados
En el semestre 2022-1 se levantó una encuesta a nivel sistema, utilizando el instrumento desarrollado por Schwartz (1992) traducido al español por Arciniega y González (2001) y validado para la población universitaria mexicana por Druet et al. (2018). Participaron los estudiantes inscritos en primer y séptimo semestre en los diversos programas de la Escuela de Administración y Negocios, se encontró evidencia de un mejor posicionamiento del valor benevolencia en el perfil valoral de los estudiantes de séptimo semestre lo que indica una preferencia en la búsqueda del bienestar de aquellas personas con las que se han hecho vínculos, por encima de la satisfacción de sus propias necesidades.
En el semestre 2022-2 se levantó la misma encuesta en dos momentos, al inicio y final del curso Ser Humano y Sustentabilidad con el objetivo de analizar el impacto transformacional de las actividades, proyectos e iniciativas propias del curso en el perfil valoral de los estudiantes. Es importante señalar que este curso forma parte de las asignaturas obligatorias en todos los programas de formación de la universidad y se imparte en séptimo semestre. Los resultados indicaron un mejor posicionamiento de los valores benevolencia y universalismo, primero y segundo lugar respectivamente, al cierre del curso que el resultado obtenido al inicio lo que refleja evidencia clara de la formación de agentes de cambio.
El posicionamiento de los valores benevolencia y universalismo en los primeros lugares del perfil valoral de estos estudiantes genera evidencias de que: CETYS Universidad cumple el reto de además de atender los saberes instrumentales, también se establece el escenario apropiado para promover la sustentabilidad e influir en la visión del mundo y las actitudes de los estudiantes hacia el desarrollo sustentable; se contribuye a la formación de líderes empresariales generadores de un cambio social más profundo ya que los valores personales de estos estudiantes se inclinan hacía el bien común; y además se contribuye al desarrollo de una mentalidad sustentable, es decir, un esquema de pensamiento holístico que resulta de entender el funcionamiento ecosistémico, una sensibilidad social y valores personales que se expresan a través de acciones para el bien común.
Proyecto de investigación 316 aprobado en la 3ra Convocatoria CETYS de apoyo a proyectos de investigación: Valores benevolencia y universalismo como detonadores de una mentalidad emprendedora sustentable en estudiantes universitarios. Líder del proyecto Dra. Sylvia Mónica Pérez Núñez, colaboradores Dra. Diana Woolfolk Ruíz y Dr. Raúl Martínez Flores.
