Los tipos de empresa de base tecnológica: Spin-offs y Startups ¿Qué políticas deben impulsarse?

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Artículo publicado en: Revista Comercio Exterior Bancomext

En la literatura se distinguen dos categorías de empresas de base tecnológica: las de servicios intensivos en conocimiento (Knowledge-Intensive Business Service KIBS) y las nuevas empresas de base tecnológica (New Technology-Based Firm NTBF). Las primeras son firmas que proveen servicios empresariales orientados a la solución de problemas vinculados a la tecnología; son, además, intensivas en conocimientos aplicados y predominantemente no rutinarios.En las nuevas empresas de base tecnológica, la tecnología (soft hard) es vista como insumo y producto, y se caracterizan por aglutinar un cuerpo dinámico de conocimientos estrechamente ligados al cambio de artefactos técnicos y de productos con atributos físicamente medibles; tienen, además, una trayectoria menor a 15 años en el mercado.2

De acuerdo con García, Olea y Contreras, para el análisis del caso mexicano las KIBS y las NTBF pueden agruparse en spin-offs empresariales y startups (en adelante SO SU, respectivamente).Esta tipología considera las diferencias en el proceso de formación, la trayectoria de escalamiento industrial, así como la acumulación de capacidades tecnológicas e innovación de las empresas. En este artículo se considera esta distinción para estudiar a las pymes mexicanas intensivas en conocimiento y de base tecnológica, con el propósito de establecer algunas líneas estrategias de política pública para impulsar el emprendimiento, la transferencia tecnológica, el desarrollo productivo y la internacionalización de las empresas de menor tamaño.

EMPRESAS QUE INCUBAN EMPRESAS

Las SO son empresas fundadas por exempleados de empresas transnacionales que, para estos propósitos, capitalizan los conocimientos tácitos y codificados, y las capacidades tecnológicas acumulados durante el tiempo que laboraron en la empresa parental. Klepper denomina SO intraindustriales a las empresas que se gestan en el seno de otra firma y realizan actividades de mediana y alta tecnología en el mismo sector de la empresa de la que provienen.Para su constitución, las SO suelen utilizar recursos tanto del emprendedor como de la empresa de origen bajo la figura de ahorros personales, conocimientos técnicos y organizacionales, redes socio-profesionales, certificaciones y otros. Esta modalidad de empresa difiere de los spin-off corporativos, cuyo origen se ubica en reestructuraciones financieras o fiscales de la empresa matriz, lo cual no excluye que puedan constituirse en nuevas unidades de negocios con el propósito de explotar alguna tecnología en el mercado.5

Las SO, en particular, operan como entidades independientes en los ámbitos legal, técnico y comercial, y se concentran alrededor de actividades que fueron originalmente desarrolladas por la empresa que les dio origen. Se trata de emprendimientos que realiza un empleado (o grupo de empleados) al fundar una nueva empresa para desarrollar nuevas unidades de negocios, productos o servicios, valiéndose de la explotación de conocimientos útiles, capacidades tecnológicas e innovaciones acumulados durante el tiempo que laboró en la empresa parental.6

El principal mecanismo que opera en la etapa de formación de la SO es la transferencia de tecnología y conocimientos tangibles e intangibles, que se acumulan mediante procesos de aprendizaje interactivo, innovación, y precisan de la construcción de capacidades de absorción para ser explotados comercialmente en el mercado.En función del lugar donde se origina la tecnología clave del emprendimiento o el conocimiento útil en términos comerciales, las spin-off pueden clasificarse en: de investigación, si proceden de algún centro de investigación; académicas, si lo hace de alguna institución de estudios superiores o, empresarial, si el origen se ubica en una organización privada o empresa, como es el caso que nos ocupa preponderantemente en este artículo.8

Las startups son casos distintos de emprendimientos intensivos en conocimiento o de base tecnológica. La diferencia radica en que su formación y desarrollo están íntimamente vinculados a interacciones recurrentes entre los emprendedores y los distintos actores del sistema de innovación, principalmente en sus vertientes regional y sectorial.En su gestación y crecimiento intervienen instituciones de educación superior, centros de investigación y fondos gubernamentales destinados a este fin. Su base de conocimientos depende fundamentalmente de la educación formal del emprendedor, de la asistencia de actores del sistema de innovación y, no de la relación laboral previa en empresas transnacionales (ETN) de los emprendedores, como ocurre en el caso de las SO.10

A partir de los elementos anteriores, se pueden delinear trayectorias diferenciadas entre las SO y las SU en materia de escalamiento industrial, procesos de innovación en producto y proceso, y de las relaciones que establecen con el sistema de innovación, por una parte, y con las empresas multinacionales (EMN), por la otra.

En las SO, la formación y el escalamiento industrial se asocia con las cadenas globales de valor y con las derramas de conocimiento de la inversión extranjera directa a partir de dos vertientes principales: los desprendimientos de capital humano de las EMN y los vínculos de proveeduría. En el caso de las SU, en cambio, sus procesos de innovación se asocian con la naturaleza, intensidad y frecuencia de los vínculos con organizaciones de los sistemas de innovación, en el que destacan dos métodos: el basado en el modo de Ciencia, Tecnología e Innovación y el de Hacer, Usar e Interactuar. Estos métodos contrastan con los procesos de innovación de las SO, donde la acumulación de capacidades tecnológicas involucra la derrama de conocimientos directos e indirectos desde las EMN.11

LAS SPIN-OFF Y SU CONTRIBUCIÓN AL DESARROLLO REGIONAL
En este artículo se argumenta a favor de las 
SO, particularmente aquellas creadas en las regiones del norte, centro y occidente de México, en sectores industriales como el aeroespacial, el de dispositivos médicos, el de electrónica, el automotor y otros, debido a su contribución al fortalecimiento de procesos de transferencia tecnológica e innovación, al desarrollo de clústeres industriales de mediana y alta tecnología en regiones con presencia destacada de EMN, y, en términos más amplios, por su potencial como palanca del desarrollo económico regional.12

La creación de SO, un fenómeno relativamente reciente, tomó especial relevancia a partir de la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte y del incremento en los flujos de inversión extranjera directa, particularmente hacia el sector manufacturero del país.13 Apuntalada por la dinámica productiva del tratado trilateral, la movilidad del capital humano entre EMN, industrias y sectores permitió que trabajadores altamente especializados, con formación avanzada en áreas del conocimiento como ingeniería y administración, detectaran oportunidades de negocios y, eventualmente, constituyeran sus propias empresas.

Con el paso del tiempo, algunos de estos emprendimientos se afianzaron en el mercado y lograron participar exitosamente en las cadenas globales de valor, donde los vínculos de proveeduría con EMN favorecieron su acceso a redes globales de conocimiento. Es precisamente a partir de estos vínculos, que se intensifican los procesos de transferencia de conocimientos debido a las diversas formas que toma la gobernanza de la cadena,14 así como los requerimientos técnicos, los estándares y las certificaciones que se requieren para mantenerse en el mercado.15 Por lo anterior, la transferencia de conocimientos relacionada con rutinas organizacionales, los conocimientos tácitos y codificados, tecnologías, capacidades y otros apoyos originados en la empresa parental son los elementos que diferencian a las SO de las SU.16

Si bien es importante estudiar con mayor detalle la naturaleza y alcance de este tipo de emprendimientos tecnológicos, también lo es la formulación de políticas públicas consistentes que tomen en cuenta los mecanismos que favorecen la creación, el fortalecimiento, el escalamiento industrial y la inserción internacional de las SO intraindustriales. No se sugiere aquí que las SU sean relegadas, sino que las SO ocupen un lugar destacado en la agenda de la academia, de las organizaciones empresariales y, sobre todo, del ámbito gubernamental, con el propósito de capitalizar su capacidad para crear empleos de alta calidad, su innovador desempeño financiero, su desarrollo tecnológico y su potencial para elevar el contenido nacional de las exportaciones del país.17

LAS PYMES DE BASE TECNOLÓGICA Y EL COMERCIO EXTERIOR DE MÉXICO

En la reciente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, se reconoció el papel fundamental que desempeñan las pymes en el fortalecimiento de la competitividad de la región. El capítulo 25 del acuerdo trilateral vigente, está dedicado a las pequeñas y medianas empresas. Ahí se establecen planes de acción para incrementar la participación en el comercio regional, promover la competitividad de las exportaciones de las pymes locales en los mercados globales, y particularmente, la creación de mecanismos e incentivos para que las pymes fortalezcan sus capacidades tecnológicas y la innovación.18

Un acercamiento a las SO y las SU que operan en la región fronteriza de México y Estados Unidos, ofrece un punto de partida para delinear las políticas públicas que favorezcan la participación de las pymes mexicanas en los flujos trilaterales de comercio e inversión. De acuerdo con Contreras, et al., si bien la mayoría de las SO y de las SU de esta región pertenece al sector de los servicios, hay diferencias sustanciales entre unas y otras.19 El origen del capital de las empresas que contratan sus servicios es una de ellas. En el caso de las SO, 81% de sus clientes son extranjeros, una proporción considerable que obedece al hecho que 59% de los fundadores de este tipo de firmas tiene antecedentes laborales en las EMN.20 En contraste, la participación de las empresas mexicanas en la cartera de clientes de las SU es sustancialmente mayor (55.2%), lo cual se atribuye a que 87% de los propietarios proviene de empresas de capital nacional. Otra diferencia clave tiene que ver con la escolaridad de los emprendedores, mientras que la educación media superior (preparatoria) predomina entre los fundadores de las SU (66.7%), las licenciaturas/ingenierías y los posgrados lo hacen entre los de las SO (62.7 por ciento).

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LAS STARTUP SON EMPRESAS JÓVENES CON TECNOLOGÍA

A partir del perfil de empresas y empresarios, se pueden identificar algunas posibles desventajas de las SU. Dado que el vínculo principal de sus fundadores son universidades estatales, institutos tecnológicos locales o fondos públicos gubernamentales, es común que no cuenten con una trayectoria laboral que favorezca su acceso a conocimientos sobre tecnologías específicas o posibilite su contacto con redes globales de conocimiento. Por lo tanto, las políticas públicas podrían orientarse a fomentar la creación de SO, no solo por sus ventajas relativas sino por la facilidad que presentan para incorporarse en mercados altamente competitivos que demandan procesos continuos de innovación en productos y procesos.

Para las SO, los procesos de aprendizaje e innovación son fundamentales para mantener y afianzar su participación en el mercado. En este sentido, la evidencia empírica reportada por Contreras, sostiene que las SO exhiben índices más robustos de aprendizaje interactivo para la innovación de productos y procesos; además de destacarse por los múltiples intercambios de conocimientos que mantienen con las empresas multinacionales. Los indicadores globales de innovación refuerzan esta panorámica: 79.7% de las SO se sitúan arriba del valor promedio, proporción que supera sustancialmente al reportado para las SU (20.3%). El mejor desempeño de las SO en materia de innovación se puede atribuir principalmente a dos factores: el vínculo continuo con las EMN que favorece la transferencia directa e indirecta de conocimientos, proveeduría y procesos de certificaciones internacionales, y su mayor capacidad de absorción de conocimientos y habilidades, asociada con los antecedentes laboral de los emprendedores en EMN, así como a su sólida formación académica (posgrados). En este sentido, una vertiente de la propuesta de política industrial podría ocuparse del fortalecimiento de las capacidades de absorción de las SO, particularmente con la creación de mecanismos que incentiven la colaboración conjunta en proyectos de innovación tecnológica, transferencia de conocimientos directa y el establecimiento de un programa de desarrollo de proveedores para EMN en sectores de mediana y alta tecnologías.

Finalmente, las políticas deben contribuir a subsanar las principales limitaciones que enfrentan las pymes intensivas en conocimiento, a saber: (1) dificultades para acceder a fuentes de financiamiento; (2) problemas de liquidez de los emprendedores, particularmente para capital de trabajo en las primeras etapas del ciclo de vida de la empresa, y (3) limitaciones tecnológicas, en maquinaria y equipo en el arranque de las empresas. Frente a este panorama, se debe mejorar el acceso a créditos en condiciones competitivas, sobre todo si tomamos en cuenta el impacto positivo que tienen las SO en el desarrollo económico, el cual se materializa en la creación de empleos bien remunerados, un mejor desempeño en materia de innovación y desarrollo tecnológico y en una participación más amplia en las corrientes mundiales de comercio e inversión, entre otros beneficios.

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