Ser buen ciudadano es sinónimo de hacer ciudadanía

La participación en el proceso electoral y en la toma de decisiones políticas es esencial
para garantizar que las voces de la ciudadanía sean escuchadas y que las políticas
reflejen los intereses y valores de la ciudadanía, explican Expertas CETYS

Ser un buen ciudadano implica más que cumplir con las leyes y pagar impuestos, lo cual es muy bueno, pero no suficiente; un buen ciudadano se compromete activamente y participa en el desarrollo del bien común. Los buenos ciudadanos muestran empatía, se comprometen, son corresponsables y participan con su comunidad. 

El concepto de ciudadanía es en general comprendido y utilizado en el lenguaje común. Sin embargo, para la mayoría de las personas implica, que, al cumplir la mayoría de edad, se registra uno en el Instituto Nacional Electoral, obtiene una credencia útil para trámites administrativos y oficiales, se es consciente de que se adquieren ciertos derechos y no siempre de que éstos van de la mano de obligaciones cívicas que las integran a una estructura social. Es a través del cumplimiento de estas obligaciones que surge la cualidad de la civilidad, un ciudadano que conoce, asume y cumple con un conjunto de normas y comportamientos que guían su interacción en la comunidad. 

La civilidad requiere de sentido de identidad y pertenencia, del conocimiento, aprecio y obediencia de la ley, así como del diálogo y la capacidad de deliberación, explicó la Dra. María del Carmen Echeverría Del Valle, Directora Académica de CETYS Universidad Campus Mexicali.

Quien tiene sentido de identidad y pertenencia es capaz de desarrollar un compromiso con su comunidad, participa activamente en las decisiones que aportan al bien común. Un buen ciudadano se preocupa por conocer, apreciar y cumplir con las normas, reglas y leyes, porque reconoce que esto da orden y facilita una convivencia basada en el respeto mutuo y la justicia.

Habilidades como el diálogo y la deliberación, son necesarias para la vida democrática y la construcción de acuerdos, ya que permiten expresar ideas, entender las de los demás y tomar decisiones comunes que beneficien a todos, señaló la Mtra. Mónica Garate Carrillo, Coordinadora de la Maestría en Educación de CETYS Universidad Campus Mexicali.

Las instituciones como organizaciones de personas con intereses comunes desempeñan un importante papel en la construcción de una sociedad civilizada, porque proporcionan estructura y orden a la interacción social, fomentar una cultura de corresponsabilidad lo que da estabilidad sociopolítica a una ciudad-estado-nación. Por eso, es necesario reconocer y defender las instituciones públicas y privadas construidas con el esfuerzo y compromiso de buenos ciudadanos, instituciones sobre la cual se construye un país próspero y justo.

Las académicas coincidieron en que ser un buen ciudadano va más allá de cumplir con unas obligaciones legales. Implica participar activamente, concientizar, educar, promover, dar ejemplo, etc., promover el bien común por encima del bien particular. Solo a través del diálogo, la deliberación y el respeto mutuo, la defensa de las instituciones es posible aspirar a convivir en armonía en la que todos se sienta parte importante de su comunidad.

El 2 de junio tenemos la oportunidad de ejercer un derecho que para un buen ciudadano es una obligación moral, el proceso electoral es el inicio de la construcción de nuestra democracia. Tenemos el derecho de votar, esto debe hacerse de manera informada y consciente, posteriormente involucrarse en otras diversas formas de participación cívica, como la discusión de temas públicos, el activismo comunitario y la colaboración con organizaciones que promueven el bien común.