Rediseñar logotipos en la era digital conlleva una serie de implicaciones, por lo que debe construirse con estrategia, narrativa y respeto por la identidad original, explica Experto CETYS
En la era de las pantallas pequeñas y la inmediatez digital, marcas globales como Google, Pepsi, Renault, Coppel y Cinemex han apostado por rediseños más simples y planos de sus logotipos. Esta tendencia, conocida como minimalismo visual, ha generado tanto interés como polémica, señaló el Dr. Bardo Agustín Limón Félix, Coordinador de la Licenciatura en Mercadotecnia Estratégica en CETYS Universidad Campus Mexicali.
Asimismo, mencionó que para no perder la esencia, debe existir un equilibrio: “Desde mi experiencia, el desafío de todo diseñador y estratega de marca es crear un logotipo simple pero lleno de significado. Que hable de los valores, el diferenciador y la esencia de la empresa. Que pueda vivir en una app, una lona publicitaria o una taza y seguir siendo reconocible”.
La evolución digital ha redefinido las exigencias del diseño visual. Un logotipo ya no es solo una imagen estática, sino un elemento que debe adaptarse con claridad a formatos compactos. “Considero que la tendencia responde a una necesidad tecnológica: el logotipo debe funcionar perfectamente en espacios digitales reducidos. Vivimos en pantallas pequeñas, íconos, botones, favicons, miniaturas. El diseño debe transmitir identidad con pocos píxeles” apuntó el experto.
¿Menos es más? Depende.
Aunque simplificar permite mejor adaptación a entornos móviles, también puede generar riesgos, advirtió el Dr. Bardo Limón.
En México, rediseños recientes como los de Cinemex o Coppel fueron objeto de memes, críticas y debates. Pero, según el especialista, este juicio inmediato impulsado por redes sociales, muchas veces cambia cuando las marcas logran integrar sus nuevos elementos a campañas coherentes y bien ejecutadas.
Según el estudio World’s Simplest Brands (2023) de la consultora Siegel+Gale, el 64 % de los consumidores está dispuesto a pagar más por marcas que transmiten simplicidad, y las empresas con una identidad visual clara son percibidas como más confiables e innovadoras.
Sin embargo, el Experto CETYS destacó que el verdadero reto no radica únicamente en la apariencia del diseño, sino en el propósito. Si pierde su identidad en el proceso, deja de ser reconocible. Por ello, cualquier rediseño debe estar respaldado por una estrategia clara que contemple análisis de percepción, pruebas A/B, estudios de marca y una narrativa bien estructurada.
Algunos de los riesgos a los que se puede enfrentar una marca son: la pérdida de diferenciación (lo que se conoce como blanding) y el rechazo del consumidor, como ocurrió con Tropicana en 2009 y Gap en 2010, cuyos rediseños fueron revertidos tras críticas y pérdidas millonarias, señaló el Dr. Limón.
“El minimalismo no es una moda, es una respuesta a las exigencias del entorno digital”, explicó. “El éxito depende no del diseño por sí mismo, sino de cómo se explica, aplica y conecta con el público”.
Finalmente, enfatizó que la clave está en encontrar equilibrio: adaptar el diseño a los nuevos formatos sin despojarlo de su identidad. Un logotipo efectivo no solo se ve bien, sino que comunica, conecta y permanece en la memoria del consumidor.
