En la actualidad, tanto universidades públicas como privadas enfrentan retos en el cumplimiento de sus propósitos y en la imagen que presentan ante la comunidad y la percepción que generan.
Sobre este último tema tuve la oportunidad de entablar una charla con líderes de universidades norteamericanas en la Cumbre del Consejo para el Avance y Desarrollo de la Educación (CASE, por sus siglas en inglés) llevada a cabo en Boston, una de las mayores asociaciones educativas sin fines de lucro a nivel mundial.
En este intercambio con líderes educativos, pude rescatar que en Baja California la relación bicultural y comercial que se tiene con Estados Unidos ha permitido que las instituciones de educación superior puedan crear vínculos de colaboración transfronteriza, que inciden directamente en cómo las comunidades perciben la importancia de sus universidades para el desarrollo social. Aunque muchos países intentan emular el modelo de educación superior estadounidense por considerarlo el más exitoso, hay que tener en cuenta que el contexto social en el extranjero presenta diferencias importantes. Canadá no es como los Estados Unidos; el resto de Latinoamérica no es igual a México; la Unión Europea, con o sin Brexit, es un mosaico de países diferentes y de la misma manera, África es un continente con fuertes contrastes políticos, culturales y económicos.
Es esencial que las universidades aprovechen todas las oportunidades de comunicar lo que se está realizando en sus instituciones y cómo esto contribuye en el desarrollo del estudiantado, comunidad y región. La manera en cómo son percibidas las instituciones de educación superior, es un reflejo del trabajo interno y del éxito que se pueda tener al expandir los horizontes mismos de la vinculación, tanto por las gestiones de los centros educativos, como de la difusión de logros y del trabajo que realizan en la sociedad sus egresados.
Las universidades inciden en la identidad social y cultural de las comunidades, generando impacto a través de sus principales voceros: Los estudiantes y su éxito.
Finalmente, la educación superior continúa siendo el camino para el desarrollo futuro, tanto de nuestras naciones como de nuestros jóvenes.
La misión de nuestras universidades es con la juventud. 
