Abre la pandemia posibilidades de evolución y avance para la logística internacional

En todo el mundo, las cadenas de suministros se han visto afectas por la pandemia del COVID-19. El reto de la logística ha sido mantener el suministro de materias o bienes que enfrentan retrasos importantes en las entregas. Se ha puesto a prueba la resistencia y adaptación de los procesos actuales, convirtiéndose en una oportunidad para la logística el cómo mitigar estos efectos y diseñar un nuevo contexto para las cadenas de suministros, explica académica de CETYS

El escenario mundial para el traslado de bienes, insumos y productos ha cambiado de manera acelerada luego de presentarse la emergencia sanitaria derivada de la pandemia de COVID-19. Esta aceleración vino a representar un reto y abrir una oportunidad para la logística internacional, en los diversos sectores productivos y comerciales.

Aspectos como los modelos de negocio con oferta en línea, los puntos de venta como centros de distribución, el acercamiento directo del proveedor al cliente, las ventas a través de aplicaciones como WhatsApp, así como la migración de la modalidad offline a online de un número creciente de empresas, nos llevan a reconfigurar los modelos de logística tanto de pequeñas como grandes empresas. Tal es el caso de la empresa Coca-Cola en México, quien con su campaña “Coca-Cola en tu hogar” entrega sus productos directamente a la casa de los consumidores en cumplimiento con la contingencia declarada por el Gobierno, explicó la Dra. Bertha Martínez Cisneros, Coordinadora de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS Universidad, Campus Mexicali.

Señala que las pequeñas empresas han buscado adaptarse a las necesidades de sus clientes, modificando sus puntos de ventas tradicionales para ofrecer alternativas que permitan cumplir con el quedarnos en casa. La industria restaurantera ha respondido más rápido a este cambio que ya se venía dando a través de plataformas como Uber Eats y Rappi, entre otras.  Esta contingencia sanitaria nos puso en el futuro, vino a adelantar lo que se había proyectado pasaría en cinco años o menos y que hoy ya están en práctica, comento la Dra. Martínez.

La académica refirió que la pandemia puso a prueba los planes de acción de la mayoría de las empresas, enfrentándolas al desafío de responder adecuadamente a la contingencia, y a la necesidad de replantear los roles de sus colaboradores y la administración de sus inventarios.

Comentó que las compras de pánico realizadas por los consumidores al inicio de esta pandemia, mostraron qué empresas cuentan con estrategias logísticas capaces de responder al reabastecimiento de sus puntos de venta en el menor tiempo posible y mantener la operación de sus cadenas de suministros, haciendo sobresalir a las empresas que diseñaron o que ya contaban con un sólido plan de ataque para emergencias y con la capacidad de adaptabilidad. “Por ejemplo, pese a la alta demanda de papel higiénico, en México nunca existió un desabasto del producto como tal, sin embargo, no fue así con artículos de limpieza o como el gel antibacterial”, expuso.

El COVID-19 marcará nuevas pautas para la Logística

El momento que se vive actualmente, reflexionó la académica, es inédito y adecuado para replantear la logística internacional. La contingencia pasará, pero los cambios en las cadenas de suministro seguramente se quedarán para poder cubrir satisfactoriamente las demandas de los consumidores ante futuras crisis o pandemias.

Algunas acciones a implementar son:

1.    Aumento de los niveles de inventario. Por diseño, las cadenas de suministro minimizan inventarios para distribuir bienes a bajo costo. No toleran la volatilidad, pues conduce a la pérdida de ventas e ingresos. En el pasado, eventos como los desastres naturales y paros laborales en puertos logísticos han llevado a cambios escalonados en las prácticas de inventario. La pandemia del COVID-19 ha hecho que se considere ampliar de manera permanente los espacios de reserva, para estar preparados en caso de una nueva contingencia.

2.    Adopción del comercio electrónico. La práctica del distanciamiento social, necesaria para salvaguardar la salud, ha hecho que el consumidor deje de asistir a los establecimientos y realice sus compras en línea. Esto hace que las compras a través de plataformas digitales dejen de ser un tema generacional y estén cada vez más al alcance de los usuarios con acceso a internet en general. Aumentando la demanda de procesos de logística en la última milla, la entrega del producto al cliente final.

3.    Diversificación de los proveedores. El COVID-19 podría acelerar la tendencia estructural de mover la fabricación a nuevas ubicaciones. Una ampliación de ubicaciones de fabricantes crearía una demanda de segundo orden a través de proveedores y redes para servir a los mercados de consumo y permitiría optar por proveedores locales antes que por los internacionales.

“En estos tiempos, la logística en las empresas se vuelve trascendental, sin importar su giro o tamaño, haciendo necesaria la formación de capital humano cada vez más y mejor capacitado para enfrentar los nuevos retos que el mercado demanda”, concluyó la Dra. Bertha Martínez.