Como estudiante de intercambio en la Universidad Politécnica Catalunya en Barcelona, España, tuve la oportunidad de abrirme camino hacia un nuevo destino, una oportunidad única en la vida. Convivir con estudiantes de todas partes del mundo, aprender de una cultura totalmente diferente a la propia, asistir a una Universidad con un método de enseñanza completamente distinto al que uno acostumbra. La independencia total en una ciudad nueva y desconocida. Éstas son algunas de las tantas cosas que me llevó de vuelta a México en el corazón.En la vida cotidiana el no abrir una puerta nos lleva simplemente a la rutina diaria, lo cual no está mal, pero también existen esas grandes puertas iluminadas que te sacan de la rutina y te dejan respirar aire nuevo. Así es como considero mi semestre de intercambio en España, como una gran puerta iluminada que me ha hecho crecer y darme cuenta de quién soy y reafirmar mi deseo por lo que quiero ser. Me hizo abrir los ojos a un mundo nuevo. Ya que no ves sólo paredes; ves el cielo, las nubes, los arboles, todo te parece tan nuevo, tan distinto y curioso. Aprendes a valorar tus tierras, al igual que a amar las nuevas. Tus gustos se modifican al pasar de los días, las semanas, los meses. La música que escuchas, los colores, los deportes, las películas, todo está sujeto a un cambio. Tú cambias, la vida, las experiencias nuevas, la gente que conoces, todo te cambia. Te hacen crecer. Mejorar. Aprender. Valorar. Todos estos factores me han hecho crecer enormemente, he aprendido cosas tan valiosas que estoy completamente segura me van a servir para toda la vida. Poco menos de 6 meses, 173 días, 4 152 horas; aunque pareciera mucho tiempo, todo pasa tan rápido, los meses se sienten segundos, tocándonos el hombro en cada experiencia nueva y nosotros volteando de vez en cuando para ver que lo hemos hecho bien. El tiempo transcurre, el mes pasa y deja espacio a otro mes más para recordarnos que seguimos viviendo y aprendiendo, tocándonos el hombro con la misma fuerza del mes anterior. Día tras día sin parar hasta que llega el fin de esos 6 meses y es hora de volver a casa.Ahora al volver a casa, puedo decir que mi experiencia en la UPC no la cambio por nada en el mundo, aunque las diferencias en cuanto al método de enseñanza me dio varios tropiezos aprendí muchísimo, y considero que la Universidad Politécnica de Catalunya tiene un gran equipo de profesorado. Aún me falta mucho por aprender de la cultura española, muchos lugares por conocer dentro de Barcelona y de España en general. En el ámbito culinario también me falta y muchísimo más, así que España esto no es un adiós, o como dirían aquí Adeu… es más bien un hasta luego.
Tuve la oportunidad de abrirme camino hacia un nuevo destino


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