Toda una odisea que me hizo madurar en grande

No hay comentarios
cetys

Fue para mí toda una odisea este viaje, desde el transporte para llegar a una nueva ciudad, hasta el vivir día a día en un lugar donde había que valerme por cuenta propia. No tuve un golpe cultural tan fuerte como otros de mis compañeros que provenían desde Alemania u Hong Kong, pero aún así, había pequeñas diferencias que me hacían recordar y extrañar mi hogar. Las experiencias más importantes que puedo recuperar son: el adaptarme a vivir fuera del núcleo familiar; y el tener conciencia de que lo que no se limpie, quedará sucio y lo que no se cocine, no podrá ser comido. Habiéndome adaptado a estos cambios, la experiencia fue muy agradable. Conocí personas de todo el globo: Alemania, Suiza, Finlandia, Brasil, Corea, China, Argentina, España, Francia. Cada una de las personas que representaban a sus países poseía una cultura muy peculiar y diferente a la mexicana, lo cual hizo que este intercambio fuera todo un aprendizaje de costumbres, intentando siempre tomar lo mejor de lo que se me ponía enfrente. Durante los cinco meses de mi estancia, hubo diversos eventos para fomentar la convivencia y aprendizaje entre los estudiantes que estábamos de intercambio; el que más recuerdo fue una feria donde cada uno hizo un stand representativo del país procedente. La movilidad académica fue una gran experiencia, y puedo recomendarla a cualquiera que quiera vivir un poco de independencia. Es parte del camino para crecer como persona, y por mi parte puedo afirmar que me hizo madurar en grande.**Extracto de testimonio. 

cetys

Artículos Relacionados

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados *