Cuando decidí llenar la solicitud de intercambio internacional, no tenía idea de la gran experiencia que sería. Al principio, fue difícil alejarme de mi familia y de mi casa pero me adapté rápidamente al ritmo de Santiago, una gran ciudad, con muchísima gente, interesantes actividades, cultura, festividades, y tradiciones. Conocí, entre muchas otras cosas, algunas de las casas del reconocido poeta chileno, Pablo Neruda, lo que me resultó muy interesante.Es otro ambiente totalmente el que se vive allá y resultó muy agradable convivir con personas de otros países, tanto latinoamericanos (colombianos, peruanos, nicaragüenses y chilenos), de diferentes partes de México, así como europeos (alemanes, franceses y españoles) lo que me permitió darme cuenta de que a pesar de las diferentes culturas, existen muchas cosas en común. La cultura chilena en particular, tiene muchas similitudes con la cultura mexicana, aunque en el caso del lenguaje, es curioso la cantidad de modismos que utilizan al hablar, los cuales fui conociendo y entendiendo poco a poco. Había escuchado muchas veces, pero ahora yo misma lo puedo decir, que el vivir en otro país es una gran experiencia. En mi caso, me sirvió para valorar todo lo que tengo, hacer amigos, aprender algo de cada una de las personas con las que conviví, crecer como persona y madurar. Así como también tener una visión más amplia de la sociedad en que vivimos. En verdad es muy interesante conocer gente tan diferente con increíbles estilos de vida. Creo que soy muy afortunada, al poder vivir esta experiencia, que sinceramente recomiendo mucho. Viajar, definitivamente te abre los ojos y te permite tener una perspectiva más amplia del mundo que nos rodea, de valorar lo que tenemos y de luchar por lo que queremos alcanzar. Pienso que oportunidades como ésta, no se pueden dejar pasar. Soñar es válido, pero lo es más, esforzarnos y luchar por hacerlo realidad.*Extracto de testimonio
Oportunidades como Ésta, no se Pueden Dejar Pasar
