La cantidad de mexicanos que acreditó la mayoría de edad y que puede participar en comicios electorales, ha generado gran interés entre los partidos políticos. Dichas instituciones han orientado importantes recursos para atraer el voto juvenil. No obstante, seis de cada diez jóvenes consideran que los partidos políticos son poco o nada importantes para la funcionalidad democrática. En otras palabras, piensan que obstaculizan la representación política de los ciudadanos.La figura de candidato independiente, incluida en la reforma político electoral de 2012, abrió la posibilidad de formar gobiernos sin partidos políticos. Pero fue hasta las elecciones del 2015, que las autoridades electorales respaldaron en los hechos esta posibilidad.Armar una campaña fuera de los esquemas de los partidos políticos implica congruencia con un ideario político, pero es a la vez un reto, pues los candidatos independientes no reciben los mismos apoyos que los afiliados a partidos. Esta forma de participación política actúa en un terreno muy disparejo. Pero existen quienes a falta de cobijo institucional, compensan con imaginación política. Tal es el caso de la candidatura independiente del joven Pedro Kumamoto, quien venció por amplio margen a los partidos políticos y se convirtió en diputado local del distrito X de Zapopan, Jalisco.La victoria de Kumamoto se desprende de una manera de hacer campaña. En primer lugar promoviendo la democracia dentro de su organización. Segundo a través de estrategias de comunicación difundidas personalmente y en redes sociales. Tercero con financiamiento frugal, eficiente y honesto. Con ello logró convencer al electorado, abriendo paso a nuevas formas de organización política y renovando el interés ciudadano en la vida pública, especialmente en los jóvenes: Ocupemos la ciudad, habitemos la política. *Docente del área de Humanidades del campus Tijuana
Juventud e imaginación política


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