En la actualidad es común que las personas y las organizaciones busquen la excelencia en cualquiera de los ámbitos de su interés, en un producto, un servicio o incluso en la práctica de un deporte o de una profesión. Al respecto es necesario preguntarnos si la excelencia es un destino al que inevitablemente se tiene que llegar o es una opción que tenemos y que tomamos haciendo uso de nuestro libre albedrío. Planteado de otra forma, ¿Es la excelencia una meta de vida o es una forma de viajar en la vida? La excelencia es un valor que puede desarrollarse y crecer dependiendo de las aspiraciones personales o de la organización, la mayoría de las definiciones mencionan que es una capacidad, habilidad o cualidad para hacer algo de manera fuera de lo común, de una manera que exalta las normas o parámetros ordinarios Pero, ¿Por qué crece la necesidad de ser excelente? Porque hoy en día existen diversas opciones sobre un mismo producto o servicio. Porque existen un sin número de profesionales, especialistas, expertos conocedores de un área. Porque se han roto records que obligan al esfuerzo superior, y porque las expectativas del ser humano siempre están en espera de ser rebasadas. Pero no cualquiera puede lograr la excelencia, para desarrollar este valor es indispensable una serie de elementos en completa armonía que den luz a la superioridad buscada y esperada. Quizás los 3 elementos más importantes son: pasión, perseverancia, y compromiso. La pasión es el combustible que genera la energía indispensable para realizar un esfuerzo superior al común, sin este elemento será imposible disfrutar las acciones que encaminan a la excelencia. La perseverancia es el hilo conductor entre la energía que brota de la pasión y las acciones para concretar un objetivo, es exclusiva de mentes poderosas, pero factible de cultivar y crecer. Y el compromiso, que es la capacidad de apegarse a la tarea planteada o establecida bajo todas las circunstancias de adversidad que pudieran surgir, el cual nos ayuda a no desistir. Es un error fincar nuestro deseo de ser excelentes para solo superar a los demás, es una tarea absurda, pues cada persona, cada organización, tiene sus propias virtudes, herramientas y formas de lograr la excelencia. Lo que si es necesario es superarse a uno mismo, si bien es cierto vivimos en una era de evaluaciones, certificaciones, acreditaciones, que ponderan nuestro grado de excelencia en comparación con nuestros similares, es necesario buscar la excelencia con objetivos propios, replanteándolos cuando éstos hayan sido superados, y buscando romper esquemas también propios, lo cual nos dará el prestigio y reconocimiento que de manera implícita conlleva la excelencia. En el CEDHS de CETYS tenemos un compromiso personal con la búsqueda de la excelencia en cada una de las tareas y los proyectos que emprendemos. Queremos compartir con la comunidad profesional nuestros conocimientos, experiencias y capacidades, en las áreas del conocimiento del Derecho, Psicología y Educación. Acércate al CEDHS, y comparte con nosotros tu pasión por la exelencia. MD. Laura Karina Reyes Ramírez Coordinadora del Centro de Excelencia en Desarrollo Humano y Social Colegio de Ciencias Sociales y Humanidades Sistema CETYS
Junto a la excelencia, viene el reconocimiento
