Irme de intercambio fue una de las mejores experiencias en mi vida. El proceso de selección fue arduo, tuve que pasar por varias etapas y hacer muchos preparativos antes de sentir y creer que en verdad estaría cuatro meses de mi vida en un lugar lejos de mi familia y amigos.Nunca olvidaré los momentos que viví en Canadá. Uno muy especial fue cuando llegué y vi que todo estaba cubierto de nieve, me quedé asombrado ya que nunca había estado en un lugar así. En Halifax, que es una ciudad maravillosa llena de jóvenes, comprobé que puedo ser una persona independiente, que puedo cuidarme por mi mismo y que puedo vivir sin tener a alguien que me diga qué hacer.Lo mejor de esta vivencia indudablemente fueron los amigos que hice, amigos que no esperaba tener y que ahora sólo deseo poder verlos de nuevo, ya que viven en diferentes partes del mundo. Es sorprendente como puedes conocer a alguien de otro país y descubrir que somos muy similares, aún cuando su cultura y forma de vida es muy diferente a la tuya. Yo era de las personas que pensaban que un intercambio ayudaba solamente a conocer un poco más sobre otros lugares, pero me di cuenta que esta experiencia cambió mi vida, no solamente conocí otras culturas y también a otras personas, lo que me hace ver la vida desde otra perspectiva; hoy aprecio más lo que tengo y me doy cuenta que el mundo es mucho más de lo que conozco, intento cosas nuevas, cosas que antes no pensaba que iba a hacer. Esta fue una de las mejores experiencias de mi vida y a todos los alumnos les recomiendo que se vayan de intercambio a algún lejos de aquí, les aseguro que no se arrepentirán de lo que vivirán.*Extracto de testimonio.
Intercambio, Sinónimo de Independencia


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