Esta mañana me encontré en un suplemento de cierto periódico local un artículo sobre aplicaciones para dispositivos móviles recomendadas para estudiantes universitarios, había varias muy útiles como las cada vez más comunes "nubes" para guardar archivos en Internet. Qué útil la tecnología, la información, qué buena la accesibilidad. Momento… leo "para que vayas a tu siguiente actividad inmediatamente después de la anterior". Sería incongruente de mi parte decir que estoy totalmente en contra del sistema económico con el que se rigen las ocupaciones de las personas en la actualidad, como todos los sistemas, está teniendo su momento, pero también sus fallas, y seguramente se desgastará y se romperá como a muchos les ha ocurrido. No soy pesimista, sólo disfruto tomar esa postura que en negocios llaman "abogado del diablo".Los avances en la tecnología tienen como fin esencial el mejorar la vida de las personas, dejarnos más tiempo libre para hacer lo que nos gusta, y en este último punto, tendríamos que detenernos a pensar qué es lo que nos gusta hacer a muchos de nosotros y cuánto tiempo le dedicamos, ¿quién decide eso por cada individuo?, ¿es el individuo mismo?Y sucede que un mundo más tecnológico (hablando de los medios de comunicación en la red y la información disponible) es un mundo más conectado, un mundo más conectado es un mundo más competido, un mundo más competido es un mundo más exigente, un mundo más exigente es gente que tiene que prepararse más si quiere "sobrevivir", gente presionada porque alguien joven, o incluso un extranjero podría relegarlo si no se mantiene actualizado, y sí, entiendo que dormirse en los laureles no es sano tampoco, pero es verdad que hay gente que dedica cada vez menos tiempo al ocio, al que es fuera de la pantalla y el teclado, que la palabra ocio se ha vuelto de connotación negativa desde hace muchos, muchos años, aunque se predique que no es así.El ocio es la "falta de actividad laboral", más que la falta de actividad en sí, al menos esa es mi concepción, porque muchas actividades que nos hacen crecer como seres humanos o sencillamente felices, las realizamos por ocio: Leer un libro, aprender salsa cubana o un idioma poco común como el catalán, dibujar para uno mismo, caminar por el parque del barrio, beber una cerveza en el patio con nuestro padre, o qué sé yo, tal vez sólo mirar al cielo. Si he de recurrir a una fuente aceptable para se me tome más en serio, usaré la tan conocida "numerosas investigaciones señalan…" y diré que los estudios muestran que las mejores ideas llegan cuando no estamos haciendo nada en particular, cuando nos damos tiempo para un baño, cuando nos pintamos las pestañas, cuando sacamos al perro a pasear, cuando ojeamos una revista no muy sesuda, cuando ponemos la estación de radio con los éxitos del momento. De modo que si quieres convencer a los que rigen el sistema o microsistema en que te desenvuelves, diles que el ocio te hace más creativo, dile a tu jefe que aprenda del clima laboral de Google, que te quieres pintar el cabello verde y que se te ocurrió una idea buenísima para hacer a todos millonarios mientras lavabas tu auto compacto. O si quieres, sé más discreto y agenda espacio para realizar la actividad que más te plazca, queriendo, siempre hay manera. Ser feliz es decisión de uno mismo.Adriana PérezEstudiante de octavo semestre de Administración de Empresas.Ganadora de Peritus 2012 (Poesía Joven).Programa Jóvenes Creadores de la FLM, género Poesía (Universidad Veracruzana).————————————————————————————————————————- Si eres estudiante de CETYS Universidad, Campus Mexicali y te interesa participar en esta sección, manda un correo a paulina.buendia@cetys.mx.
El psicólogo me recomendó ocio

