La educación de un hijo no es tarea exclusiva de la escuela, los padres tenemos el papel principal en esta maravillosa función de educar. Esta educación tendrá como objetivo fundamental lograr hijos virtuosos, felices, inteligentes, sociables, incluyentes, responsables en la mejora de su entorno, lo cual requiere de nosotros los padres todo el esfuerzo, paciencia y tenacidad de que se es capaz. En la actualidad nos encontramos con un fenómeno muy palpable: los hijos en su mayoría tienen un aumento en su tiempo libre; como consecuencia, es frecuente observarlos por largas horas frente a la computadora, juegos de video o al televisor, actuando como receptores de una serie de información y mensajes que estos medios envían, los cuales en su mayoría no favorecen el desarrollo personal de nuestros hijos. Jose Luis Varela y Javier de Alba en su libro “El tiempo libre de los hijos” realizan la siguiente analogía: “Qué pasa si un arquitecto construye una casa y al estar construyendo se da cuenta de que olvidó poner las tuberías y no hay agua para el baño, o que no previó ventanas por lo que sólo al final tiene que hacer arreglos mal hechos, o que no tuvo en cuenta que eran dos pisos y al querer construir el superior resulta que no soporta la estructura. Todas estas suposiciones parten de la base de un constructor negligente e imprudente que no planeó lo que tenía que hacer y tuvo que resolver los problemas cuando ya era mucho más difícil”. La comparación procede cuando se trata de la formación de un hijo: los padres podríamos encontrarnos a la vuelta de los años, con que nuestros hijos no tienen capacidad para hacer amigos (no tiene ventanas), o para trabajar bien (su estructura está mal hecha), o para servir a los demás porque es un egoísta, reformarlo costará mucho más trabajo. El tiempo libre es necesario para el descanso y el desarrollo de la personalidad; por tanto, a continuación se ponen al alcance algunas orientaciones pedagógicas sencillas y claras, para aprovechar el tiempo libre de los hijos a favor de su educación: · Enseñarles a elegir actividades de recreación: algún deporte, instrumento, idioma, respetando siempre sus habilidades y gustos personales. · Los hijos deben de realizar un horario de sus actividades, el cual se encuentre en un lugar visible de su recámara para que lo puedan llevar a cabo con mayor éxito. El horario debe de compaginar actividades de estudio, como realización de tareas y actividades de recreación y desarrollo personal. · Exigirles el esfuerzo y la terminación adecuada de todas las actividades que emprendan. · Controlar el dinero del que disponen y educarlos a usarlo correctamente. · Fomentar actividades con los hijos al aire libre cuando sea posible: excursiones, paseos, campamentos. · Dar a los hijos la oportunidad de que participen en la realización de tareas familiares, asear su cuarto, recoger basuras, limpiar el patio de la casa, etc. · Fomentar la afición de la lectura, procurando que lo hagan con criterio y sentido crítico. El cuidado y organización del tiempo libre de los hijos es una situación que debemos de contemplar los padres de familia con mayor relevancia; segura estoy de que si así lo hacemos lograremos disminuir graves problemas educativos y sociales que vivimos en la actualidad. Ya decían los grandes sabios de la historia: “la ociosidad es la madre de todos los vicios”. Maestra. Ana Gloria Pedrín Cisneros Directora de Educación Media Superior CETYS Campus Ensenada anagloria.pedrin@cetys.mx
Cómo lograr que los hijos aprovechen su tiempo libre

