Una experiencia de grandes enseñanzas

Durante mi intercambio a lo primero que me enfrenté en la Universidad Regiomontana fueron los cursos por tetramestres. Mi segunda sorpresa fue encontrarme en el curso de inducción alumnos de muchos países, incluyendo del continente europeo. Por otro lado, éramos alrededor de unos 70 estudiantes de intercambio, lo cual significó un número muy grande para mí. Las instalaciones de la escuela son muy grandes, ya que cuentan con tres facultades de cuatro pisos cada una. En cuanto a la ciudad, ya había tenido la oportunidad de visitar anteriormente Monterrey y conocía algunas cosas, pero al vivir este tiempo allí, aprendí a moverme en la zona y conocer la cultura regia, ya que aún estando en el mismo país, existen diferencias de un estado a otro. Puedo decir que de la capital de Nuevo León me impactó su gran industria, la urbanización y su magnífica infraestructura. El paseo Santa Lucia, el mirador del Obispado, la zona de Matacanes, el famoso restaurant Sierra Madre, el Parque Fundidora, entre otros lugares que adornan la ciudad, la convierten en una verdadera metrópoli.Me llevo de Monterrey su alto nivel competitivo, la admiración de sus avances como ciudad, la experiencia de vivir en una cultura diferente a la mía, las fuertes amistades que pude cultivar y sobre todo las ganas de superarme como estudiante, como hijo, como hermano y como empresario.*Extracto de testimonio.