Uno de los retos más grandes que tenemos los universitarios es pensar y cumplir nuestras metas. Es por eso, que un intercambio o movilidad estudiantil no puede ser la excepción. Estando en la Universidad Mayor de la Capital de Chile, Santiago experimenté que la educación que nos dan en nuestro país se encuentra en un nivel muy competitivo. Me di cuenta cómo mi país tiene empresas mexicanas establecidas en la punta de América del Sur y que es realmente reconocido tanto por la preparación académica de sus profesionistas, hasta por la competitividad en los negocios.Para hacer las clases más interactivas y prácticas, tuvimos diferentes visitas a lugares como Viña del Mar, Valparaíso, Viña Concha Toro, La Bolsa de Comercio, La casa de Pablo Neruda, Museo de Arte Precolombino, la Embajada de México, entre otros lugares muy simbólicos de la capital chilena. Además, mi estancia fue en conjunto con estudiantes de la Escuela de Administración y Negocios, Psicología y Derecho de los 3 campus del CETYS, lo cual me permitió conocer gente nueva y hacer amistades muy valiosas. Algo que se me hizo muy interesante es cómo el chileno aprecia al mexicano, ya que la gente nos recibió de lo mejor, desde el lugar en donde vivíamos hasta por las calles que recorríamos, nos hacían sentir como en casa. Una de las cosas que se me hizo complicado fue acostumbrarme a cómo llamaban a las cosas, pues cuando quería pedir algo y se decía de otra manera tenía que explicarlo para que me entendieran; el tipo de cambio que allá manejan son los miles; usé transporte público sobre todo el metro; el sabor de la comida es menos sazonada; para el agua de tomar usan mineral a la cual no estoy muy acostumbrado; con todo esto adquirí una nueva experiencia personal y profesional. Es por eso que recomiendo que vivan una movilidad estudiantil, ya que valoras muchas de las cosas que tienes y además te provee otra visión de nuestro país.
Chile, un país vanguardista


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