Aprendí a valorar las cosas

Vivir un intercambio es una experiencia muy enriquecedora, te ayuda a tener un panorama cultural más amplio y es una oportunidad para conocer cosas diferentes a las que estamos acostumbrados. El estar fuera de tu hogar te ayuda a crecer como persona ya que te hace enfrentar diferentes retos, como abrirte a personas que piensan de una forma distinta y a aprender a administrar tanto tu tiempo como tu dinero. En este intercambio conocí personas de diferentes partes del país y del mundo, ya que conviví con otros alumnos que también estaban viviendo esta experiencia y compartíamos anécdotas, datos curiosos de los lugares de los que somos originarios. Además tuve la oportunidad de viajar a lugares cercanos a la ciudad donde viví y conocí pueblos aledaños. De estos meses que estuve fuera de mi ciudad, me quedo principalmente con buenos amigos, experiencias agradables y desagradables y un mayor sentido de la responsabilidad. Aprendí a valorar más las cosas que tengo en mi hogar y con las que estaba acostumbrado a contar.