Cinco de Mayo: el Centenario Olvidado (1862-1962)

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 Durante este año las autoridades gubernamentales de todos los niveles, instituciones académicas, culturales y la sociedad en general han organizado festejos del Bicentenario de Independencia y Centenario de la Revolución con ahínco  patrio-cívico e interés histórico-académico. Sin duda estas actividades deben sacudir la memoria colectiva del devenir histórico del País. Pero no recuerdo que se haya hecho en 1962 tanto barullo oficial, cívico, académico y social, como está sucediendo, para recordar y celebrar la hazaña militar de Puebla. Por lo tanto, ofrezco de nuevo este texto de 1999 con ligeras modificaciones que resucito anualmente para reevaluar un suceso que ocurrió casi 150 años,  en 1862, con múltiples consecuencias y significados históricos para México, Estados Unidos y Europa.  Desde chico he considerado el 5 de Mayo como el patito feo del calendario cívico y escolar. El 16 y 20 eran y siguen siendo los que rifan. Son días de desfile rigor y por supuesto de suspensión de clases para regocijo de alumnos, y por qué no para algunos de nosotros del gremio magisterial. En cambio, el 5 de Mayo ha ocupado el asiento trasero o deidad menor del panteón cívico histórico. Pero allende la frontera, el Cinco en Estados Unidos no ha sido tratado o considerado como una Cenicienta y mucho menos como un "ugly duckling", o patito feo. Al contrario, y más aún en los últimos 25 años, los mexicoamericanos o chicanos y recientemente otros hispánicos o latinos e incluyendo angloamericanos, se han incorporado en convertir al Cinco en todo un espectáculo que rivaliza el día de San Patricio, ícono irlandés y "meta" irlandés en Estados Unidos. Hay una explicación para esta situación tal vez difícil de comprender, pero, sin titubear, también sostengo que no hay una justificación por qué nosotros, mexicanos, le hemos dado tal trato al hito poblano. El 16 y el 20 son puntos históricos considerados seminales y parteaguas de nuestra memoria colectiva nacional. El Cinco, aunque no es considerado por algunos  deba poseer tal rango o relevancia, mantengo que debemos desafiar y erradicar su menosprecio y relegado valor histórico frente a los gemelos de arriba; y reconsiderarlo como eslabón crítico e icónico de la larga y accidentada travesía de nuestra identidad que ahora ostentamos. Por lo tanto, como historiador ofrezco al lector datos y comentarios en defensa del Cinco:I. Rico Trasfondo HistóricoDe la misma manera que el 16 y el 20 son explicados con un rico y variado trasfondo histórico de teorías, hipótesis, causas, procesos, etc., también el Cinco posee tal constitución explicativa. Por lo tanto, someto a consideración la siguiente lista (no exhaustiva) de temas o tópicos en torno a nuestro hito poblano:1. Crónica bancarrota del Gobierno central desde 18212. Un Gobierno central débil e inestable políticamente, y por ende un regionalismo y cacicazgo vigoroso3. Desarticulación en comunicaciones y transportación (exacerbando así el regionalismo y su reflejo caciquil)4. Vulnerabilidad a invasiones extranjera5. Rivalidad ideológica (liberales vs. conservadores)6. Conflicto Estado e Iglesia7. Militarismo endémico8. Falta de identidad nacional9. Ambiciones imperialistas de Francia (Napoleón III emulando a su tío)10. Conflictos intra-europeos dentro y fuera del continente viejo11. La Revolución Industrial12. La lucha fraternal y regionalista norte-sur de Estados Unidos (la Guerra Civil 1861-1865)13. El espectro de la Doctrina Monroe versus EuropaII. Carácter PsicológicoDespués de la derrota mexicana (no tanto la victoria americana) de la Guerra del 47 (la invasión de Estados Unidos), el país experimentó un trauma físico (mutilación territorial y pérdida de vida y propiedad) y psicológico por ser la tercera vez que la nación ha sido invadida por una potencia extranjera. Al principio de la Intervención Francesa, 1861-1867, (cuarta invasión extranjera) y la segunda francesa, México logra una victoria inicial, inesperada y contundente (el Cinco de Mayo). Aunque transitoria la victoria, representó y representa el empuje necesario hacia la cristalización de una identidad nacional. Identidad tan imperante que necesitaba México ante los frecuentes desafíos del exterior y también (lo más trágico) del interior que aprovechaban de la ausencia de un orden estable que impidiendo cohesión nacional. La derrota final de los franceses y sus aliados, los conservadores mexicanos, representa la plataforma de donde dos héroes decimonónicos e íconos de la victoria liberal, Benito Juárez Gracia y Porfirio Díaz Mori, edifican el Estado moderno mexicano. III. Carácter TransfronterizoEs notorio que el Cinco de mayo se festeja con mayor efervescencia y "escándalo" en Estados Unidos entre mexicoamericanos o chicanos que en nuestra propia tierra. Las posibles raíces de este fenómeno se remontan al siglo pasado cuando las comunidades mexicanas celebraban tanto el 16 y el Cinco, pero con particular entusiasmo el último desde fines de la década de los 1870’s. ¿Por qué? Las siguientes razones nos pueden ayudar:1. Lo reciente del hecho, 1862, unos 15 años comparado con el 16, 1821casi 80 años.2. Durante la Intervención Francesa (1861-1867), la mayoría de la población chicana era simpatizante a la causa liberal o juarista, y de manera particular el estado de California. Materializándose su apoyo con el envío de fondos y voluntarios que cruzaron la Línea y se incorporaron a la guerrilla mexicana. 3. La figura emblemática del Cinco, Ignacio Zaragoza, nació en lo que es el estado de Texas, considerándolo miembro del santoral patrio de chicanos y mexicoamericanos. 4. La mayoría de los mexicanos que constituyeron la primera gran ola de emigración a los Estados Unidos (1880-1900) fueron de simpatía liberal o pro juarista. Éstos se sumaron a los ya mexicoamericanos de celebrar los días festivos del 16 y Cinco lo cual aumentó el número de celebrantes y el concomitante ruido y bola. Tanto la prensa mexicano- americana y las asociaciones cívicas y laborales promovían estas festividades patrióticas. Desde 1876, las referencias hemerográficas registran festejos con desfiles, carros alegóricos, fandangos, corridas de caballos, peleas de gallo, antojitos y discursos políticos repletos de fervor patrio en las principales ciudades de California: San Francisco, Santa bárbara, Los Ángeles y San Diego.5. Recientemente el Cinco ha desbordado los barrios mexicoamericanos e invadiendo los espacios angloamericanos y compitiendo con el festejo de San Patricio (marzo 17). Pero para los americanos no es importante si el Cinco se confunde con el 16 o la independencia mexicana, lo importante es consumir los bienes y servicios del "Cinco de Mayo Special." 6.  A partir de 1921, el Gobierno mexicano se dedicó a exportar "Nacionalismo Mexicano" a través de sus consulados. De tal manera se fomentaba y organizaba de manera directa y sistemática los siameses cívicos del 16 y Cinco. Pero aun así, el segundo siguió siendo fecha de regocijo de nostalgia o legado patrio con México entre la población ancestral y de nuevo arribo, documentada e indocumentada, en Estados Unidos, por las posibles razones aducidas arriba.    Comentarios FinalesPero ¿Qué ha ocasionado el reciente crescendo festivo (en los últimos 15 ó 25 años) entre la misma población mexicana y gran número del resto de los hispanoamericanos y en los propios "anglos"? En otras palabras, ¿Cómo se explica la actual tacobellización en torno al Cinco de Mayo? O sea el enfrentamiento entre el consumismo/marketing versus historia cívica e identidad. Propongo como posible auxilio lo siguiente: A) Aumento demográfico de la población mexicana e hispanoamericana en general (consultar las investigaciones confiables y acertadas del prestigiado y múltiple centro de investigaciones y encuestas: Pew Research Center  https://pewresearch.org)B) Como consecuencia de lo anterior, aumento en el mercado hispanoamericano; pero lo más crítico y trascendente es el aumento de empresarios hispanoamericanos que controlan más medios masivos de comunicación para promover ("vender/market") exponencialmente el Cinco.C) Aceptación y adopción por la población americana (anglo) del Cinco como una celebración nacional sin importar el trasfondo histórico y su implicación de identidad mexicana, mexicoamericana e hispanoamericana.¿Y nosotros los mexicanos qué?Sencillo. Es necesario llegar a la feliz conclusión de nuestra analogía infantil de la Cenicienta. No hay que esperar el príncipe con la zapatilla. Hay que buscarlo. El desconocimiento, insensibilidad y festejo de nuestra memoria colectiva nacional es cada día más apremiante; y por tanto es necesario buscar al dicho príncipe azul, el historiador (profesor o investigador), y exigirle el cumplimiento de su vocación.Observación: Aprovechando la coyuntura del Cinco como día especial de guardar por mexicoamericanos y la reciente situación en Arizona. Recomiendo revisar esta serie de encuestas del Pew Research Center: https://pewresearch.org/pubs/1579/arizona-immigration-law-fact-sheet-hispanic-population-opinion-discriminationMtro. Raúl Rodríguez González, Historiador mexicano y residente de Tijuana desde 1951 Profesor y Director de la Biblioteca y Centro de Información Luis Fimbres Moreno CETYS Universidad, Campus Tijuana. Comentarios aceptados: raul.rodriguez@cetys.mx

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