El haber vivido un intercambio estudiantil me ha permitido crecer como persona y como futuro profesionista. Esta experiencia la puedo analizar en dos vertientes:En el ámbito académico, el haber cursado un semestre en la Universidad de Salamanca, me llevó a cambiar totalmente mi sistema de aprendizaje, pues sus métodos de enseñanza son muy diferentes y estrictos. Al principio me costó trabajo adaptarme a la rigurosa forma de desarrollar las prácticas, pero poco a poco fui aprendiendo. Por otra parte, convivir con más de 50 alumnos en una misma aula es impresionante, además de que los idiomas eran distintos, características que daba un toque especial a cada una de las clases.En el ámbito personal, inicialmente pensé que iba a ser muy semejante al de mi vida como estudiante foráneo en Mexicali, pero es totalmente diferente, ya que el vivir en un lugar donde prácticamente estas sólo, es un poco frustrante en las situaciones adversas, pero también entiendes que por más que intentes, siempre necesitas de los demás para poder salir adelante. Dentro de esta experiencia me ayudó mucho el haber vivido con personas tan diferentes a mí, ya que tenía que moderar mi carácter para que se pudiera mantener una armonía dentro de esta "familia", al principio costaba trabajo aceptar que la mayoría tenía un punto de vista diferente al mío, pero al paso del tiempo fuimos más tolerantes y entendimos que las cosas se pueden resolver hablando.El intercambio ha marcado una gran etapa en mi vida, sin dejar de lado las circunstancias tristes, difíciles y hasta dolorosas que pasé, pero que gracias a ellas valoro más las cosas y por supuesto aquellos momentos, sentimientos y pequeños detalles que en la vida cotidiana pasan desapercibidos, pero que en realidad son los que le dan sentido a nuestra vida.*Extracto de testimonio.
Logré una Mayor Madurez Académica y Personal
