Las causas de este fenómeno está relacionado a temas internos como el desarrollo, sueldo competitivo, liderazgo deficiente y clima laboral, señala la Experta CETYS
La fuga de talentos es un reto para las organizaciones en México. De acuerdo con la OCC el 59 % de las empresas del sector manufactura en México reporta un aumento en la fuga de talento en el último año. Las causas de este fenómeno está relacionado a temas internos como el desarrollo, sueldo competitivo, liderazgo deficiente y clima laboral.
Según datos de la plataforma Apli, aproximadamente 23 millones de mexicanos cambian de trabajo cada año, lo que equivale al 40 % de la Población Económicamente Activa. Además, se estima que entre 8 y 10 % de los talentos universitarios con alto potencial consideran emigrar al extranjero por mejores oportunidades laborales. Estas cifras reflejan el peso que la movilidad laboral tiene en el futuro de las empresas mexicanas.
Para la Mtra. Cristina Vergara, docente de CETYS Universidad Campus Mexicali, la raíz del problema está en la cultura organizacional y en los estilos de liderazgo. “Los empleados no renuncian a una empresa, renuncian a jefes. Es mucho más probable que un colaborador se vaya por culpa de su jefe que por la compañía misma”, explicó. La falta de escucha, ambientes de desconfianza y la ausencia de flexibilidad son factores que empujan al talento a buscar alternativas.
La fuga de talento representa un costo para las empresas al impactar en el proceso de reclutamiento, capacitación y tiempo de integración de nuevos colaboradores. Por otra parte, las consecuencias a largo plazo son mayores: pérdida de conocimiento tácito, menor productividad sostenida y debilitamiento de la lealtad organizacional. La Experta CETYS, señala que cuando no existe una relación de confianza mutua, “las empresas no logran crear una comunión firme y leal entre el empleado y la organización”, lo que afecta directamente la innovación y la competitividad.
Que se puede hacer ante la fuga de talentos
La Mtra. Cristina Vergara, menciona que ante este escenario el rol de recursos humanos debe de ser transformado, con un enfoque más humano y estratégico, priorizando la creación de climas positivos que fortalezcan la cooperación, la confianza y el sentido de pertenencia. “Cuando las empresas brindan bienestar, obtienen mayor productividad, compromiso y lealtad”, asegura. La apuesta por la retención de talento no solo es una decisión estratégica, sino una inversión en el futuro competitivo de México.