Son las instituciones financieras quienes están obligadas a presentar un aviso de todos aquellos clientes que hayan hecho depósitos o transferencias por encima de los $15,000, menciona el Experto CETYS
El tema de las transferencias bancarias suele generar dudas entre los contribuyentes, especialmente en relación con el papel del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y los límites de dicha transacción. Aunque existe la percepción de que cualquier transferencia puede ocasionar una revisión, la realidad es distinta: la autoridad fiscal únicamente analiza aquellas operaciones que resultan atípicas en relación con lo declarado por el contribuyente.
El Dr. Enrique H. Luna Gutiérrez, Coordinador de la Licenciatura en Contador Público Internacional y Finanzas en CETYS Universidad Campus Mexicali, explicó que muchos de los cuestionamientos surgen a partir del antiguo Impuesto a los Depósitos en Efectivo (IDE), vigente entre 2008 y 2014. El cual aplicaba a depósitos en efectivo superiores a 15 mil pesos, lo que llevó a pensar erróneamente que cualquier transferencia por arriba de ese monto debía pagar impuestos. “No hay impuestos por transferencias, no hay impuestos por los depósitos en efectivo. Están completamente derogados. Lo que pasa es que es un tema de fiscalización”, señaló.
Actualmente, la regulación establece que son las instituciones financieras, —y no los contribuyentes— quienes deben informar al SAT sobre movimientos superiores a 15 mil pesos acumulados al mes. “Mientras declares de manera correcta todo el dinero que recibas, no debes tener ninguna situación con la autoridad”, puntualizó el Experto CETYS.
Otra de las dudas que se puede tener es el concepto. Al momento de realizar alguna transferencia, también se debe cuidar que es lo que se pone en el concepto, aunque no influya fiscalmente, el SAT puede llegar a revisar las transferencias como referencia. “Por ejemplo, si la operación fue de cincuenta mil pesos y el concepto es ‘donación’, la autoridad puede.
preguntar: ¿a quién estás donando?”Finalmente, cabe resaltar que las transferencias bancarias no generan impuestos por sí mismas, pero sí pueden ser un foco de revisión si no coinciden con lo declarado. Por ello, contar con documentación de respaldo y claridad en los conceptos de cada movimiento es fundamental para evitar problemas futuros.
