El pensamiento Lean llegó al sector industrial con el objetivo de mejorar continuamente, pero además, a poner fin y eliminar los desperdicios. Cuando mencionamos a los desperdicios, estamos haciendo alusión a cualquier tipo de actividad que no le añade ningún tipo de valor a los productos.
Los expertos y facility manager logran reducir de forma exponencial los desperdicios. Esto ha sido posible gracias a los estudios que han podido determinar los ochos desperdicios del Lean.
¿Cuál es el origen del Lean?
El concepto Lean goza de una relativa juventud, ya que ha tenido sus inicios en el occidente en el año 1988. Pero recién en el año 1996 se publicó el primer libro al respecto: “5 Principios que guían el Lean”.
Sin embargo, esta práctica ya se remontaba hacía los años 30 bajo otro nombre: el Método Toyota. Este método se ha visto modificado muy poco desde sus inicios, sin embargo, estos pequeños cambios, logrados a base de años de análisis y estudios, han logrado perfeccionarlo aún más.
Antes de poder implementar el método Lean, es preciso entender cuáles son los ocho desperdicios según esta metodología. Estos desperdicios, tienen una particularidad y es que siete de ellos vienen desde los años 30; mientras que el octavo, ha aparecido en una de las nuevas ediciones.
Una vez que hayas identificado a cada uno de los ochos desperdicios dentro de tu empresa, podrás actuar y tomar determinaciones en consecuencia, eliminándolos o reduciéndolos al máximo,
Detallemos los 8 desperdicios del Lean
Defectos: Sin duda, los productos defectuosos son una gran pérdida, tanto de tiempo como de dinero.
Estos defectos podrían ser el causante de una falla en los estándares de calidad, errores de planificación y de estructuras incompletas.
Para que el equipo de producción no finalice los procesos con fallas o falencias, debe existir un control en cada una de las diferentes etapas de la cadena productiva.
Sobreproducción: Uno de los mayores desperdicios de las empresas es la sobreproducción. Por lo general, la producción no logra seguir el ritmo de la demanda y cuando se produce más de lo necesario, el stock se va acumulando en los depósitos.
Es habitual creer que la sobreproducción se establece cuando no se tienen en cuenta los cambios del mercado, sin embargo, también pueden ser consecuencia de procesos poco confiables.
Por ello, es importante realizar estadísticas para predecir las demandas, estimar los tiempos de producción y poder actuar oportunamente.
Inventario: Una mala gestión de inventario, comienza en los depósitos de la empresa que cuenta con una sobreproducción de stock. Aquellos materiales que no se utilizan ocupan un mayor espacio en los almacenes dificultando las búsquedas específicas y generando gastos.
Por ello, las empresas que siguen punto a punto la metodología Lean, solamente realizan pedidos en la medida que sea necesario, con el fin de optimizar el espacio de los depósitos.
Desperdicio de talento: Cuando la utilización de los recursos humanos no es capitalizada de forma correcta representa una gran gravedad. Esto sucede habitualmente cuando, por ejemplo, un empleado realiza tareas que están por debajo de sus capacidades.
El empleado al no sentirse valorado profesionalmente termina por iniciar una nueva búsqueda laboral; mientras que la organización podría perder un talento brillante que, además, podría ir a la competencia.
Exceso de transporte: Cuando se traslada el producto más veces de lo que realmente es necesario, genera un gran perjuicio ergo desperdicio tanto de recursos y de tiempo. El exceso de transporte puede evitarse mediante la optimización, la gestión y organización de los espacios de trabajo.
Sobreprocesamiento: Esto básicamente sucede cuando la actividad aumenta significativamente los costos y los tiempos de producción. En la mayoría de los casos, este sobreprocesamiento se produce cuando el proceso de producción no está bien diseñado o bien es redundante en sus líneas productivas.
Una de las formas de trabajar para evitar estos casos, es realizar un análisis de los procesos y simplificarlos, integrándolos en conjunto a varias herramientas o procesos productivos.
Exceso de Movimiento: Este desperdicio está referido a los movimientos de las personas; cualquier tipo de movimiento que no añada valor a los productos son un desperdicio. Un ejemplo de ello, son los casos en donde el personal debe ir en búsqueda de herramientas que son compartidas con otros depósitos.
Tiempos de espera: El tiempo es dinero cuando una producción no puede continuar porque se está a la espera de personas, piezas, materiales, documentos o herramientas, significando una gran pérdida de tiempo.
Una de las mejores formas de evitar estas situaciones es simplificando las autorizaciones y optimizando la disponibilidad de las herramientas.
La industria productiva ha comenzado a potenciarse gracias a los especialistas en Facility Manager que aportan soluciones y automatizaciones para todos los sectores. Uno de los factores preponderantes es que la filosofía esté alineada con la tecnología para lograr ser absolutamente productivo en la función.
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