El panorama actual de las mujeres en la sociedad y en el mundo laboral es un área en vías de mejorar, ya que la discriminación de la mujer en el trabajo es una de las principales dificultades a las que se enfrentan las mexicanas. En América Latina, esta problemática se puede observar al analizar la brecha de participación laboral entre hombres y mujeres, la cual es de 30% aproximadamente, una cifra que dista mucho de la realidad en países con mayor grado de desarrollo. Pero, en México, la brecha es aún mayor, posicionándose con casi 35 puntos porcentuales de diferencia.
En ese sentido, resulta evidente que la violencia laboral contra la mujer y la discriminación son un factor que atenta completamente en el desarrollo de las mujeres en el mundo laboral, por lo cual es necesario aplicar esfuerzos y estrategias que permitan modificar estas barreras.
¿Cuál es el papel de las organizaciones para incentivar el desenvolvimiento de la mujer?
Los retos de las organizaciones para eliminar la discriminación laboral de la mujer y motivar su desarrollo en el mundo laboral deben enfocarse en acciones que consideren todas las aristas, desde acceso a la educación, libertad de pensamiento, oportunidades equitativas, paridad, competencia leal hasta un apoyo para las actividades de cuidado.
Generalmente, los servicios de cuidado siempre se le ha asignado al sexo femenino y esto ha sido un obstáculo para el desempeño de la mujer en el mundo laboral. Destinar actividades como el velar por los hijos o los adultos mayores de la familia, ha generado que las mujeres encuentren una traba para cumplir con sus obligaciones profesionales y mantener medidas de autocuidado, por lo cual se dan casos de discriminación de la mujer en el trabajo, los cuales podrían evitarse si el terreno se equilibrara con la implementación de políticas públicas.
El papel de la mujer en la sociedad y en el mundo laboral debe tener la misma tendencia en el acceso a la educación, en donde existe una clara diferencia porque algunas sociedades creen que las mujeres solo deben encargarse de las cuestiones del hogar y la familia. Además, hay una predisposición a que las mujeres se dediquen a estudiar carreras que puedan seguir la misma lógica de las actividades de cuidado. De esta manera, es común que haya más alumnas en las facultades de medicina, enfermería, pedagogía, psicología que en las de física e ingenierías. Por esa razón, se necesita cambiar el chip de lo que socialmente está aceptado sobre las mujeres en cuanto a la educación y aplicar las acciones para contrarrestar la violencia laboral contra la mujer.
¿De qué forma las universidades pueden promover mayores oportunidades para las mujeres?
Eliminar la discriminación laboral de la mujer es una tarea en donde se deben integrar a todas las instituciones, con la finalidad de unir fuerzas y hacer un terreno más parejo para las mujeres. En consecuencia, las universidades pueden marcar la diferencia al lograr la paridad en su plantilla laboral, con científicas y mujeres profesionales en su área.
Asimismo, al crear campañas de incentivación, fomentar la participación y el llevar una cultura de innovación, donde se establezcan medidas para dotar de oportunidades a las mujeres, se podrá cambiar el modelo y empoderar a sus estudiantes.
En definitiva, las alumnas de una institución que apoya a la mujer en el mundo laboral obtendrán el conocimiento en una coyuntura de apoyo, conseguirán desarrollar una mejor visión sobre la equidad y lograrán un cambio importante en la sociedad.
