En un mundo cada vez más acelerado, donde los compromisos académicos y laborales exigen un alto rendimiento, es fundamental encontrar herramientas útiles para mantener el equilibrio entre la productividad y el bienestar personal.
El yoga y la meditación han demostrado ser prácticas altamente efectivas para quienes buscan mejorar su concentración, reducir el estrés y optimizar su rendimiento en sus estudios y en el trabajo.
La maestra Lizeth Arredondo Arévalo, instructora de yoga con 10 años de experiencia en la práctica, explica las utilidades naturales que producir mantener una vida idealmente sana de la mano de esta disciplina de origen surasiático.
“Son muchísimos los beneficios que se conocen del yoga, tanto físicos, mentales y emocionales. Es por ello que considero que todos deberíamos darnos la oportunidad de acercarnos a una práctica de yoga. Quizás no te enamorarás de tu primera práctica, porque hay que explorar hasta encontrar aquel estilo con el que nos identifiquemos. Sin embargo, pienso que se descubre todo lo bonito que tiene para ofrecer a tu vida y no lo vas a querer dejar nunca”.
El estrés académico y/o laboral puede tener un impacto negativo en el rendimiento. Las técnicas de respiración y relajación del yoga, combinadas con la meditación, ayudan a reducir los niveles de cortisol (la hormona del estrés). Esto permite enfrentar los retos diarios con una mente más clara y calmada.
Tanto el yoga como la meditación requieren una atención plena que entrena la mente para enfocarse en el presente. Practicar estas actividades de manera regular fortalece la capacidad de concentración y mejora la memoria, dos habilidades esenciales para los estudiantes y profesionales.
Otros aspectos positivos consecuencia de practicar yoga son:
Aumento de la energía y la vitalidad
Fomento de la creatividad
Mejor control emocional
Mejora de la postura y la salud física
Mejor calidad del sueño
La Lic. Marlen Sánchez Flores, titulada en Mercadotecnia y especialista en publicidad dentro del Campus Tijuana de CETYS Universidad, toma una hora de yoga justo al terminar sus horas laborales. Aseguró que implementarlo ha sido un acierto.
“Para mí, es un espacio donde soy capaz de ser consciente de mi cuerpo y mi respiración. Además, me ayuda a ser más flexible y, de cierta manera, aporta a mi vida relajación una vez terminada la práctica”, aportó.
Si nunca antes se ha practicado yoga, sin determinar la edad, es importante conocer que existen decenas de estilos y de diversas procedencias a través de su historia. Esto incluye el tipo de meditación que cada uno ofrece.
La profesora Arredondo agregó al respecto:
“Existen distintos estilos de yoga. Por ejemplo, aquí nosotros practicamos Vinyasa, que es un estilo dinámico donde se fluye a través de movimientos y respiración consciente. Pero para principiantes, recomendaría estilos más pausados como Hatha o Yin Yoga. Ambos son un estilo de yoga lento y suave, apto para todas las edades”.
Así que ya lo sabes. Dedica al día de 10 a 15 minutos (al menos), busca un espacio tranquilo y sé constante. Te darás cuenta que el yoga aportará en tu concentración y estado de ánimo. Incorpora el yoga y la meditación a tu rutina y experimenta cómo estas prácticas pueden mejorar tu vida.
Referencias:
https://medlineplus.gov/spanish/ency/patientinstructions/000876.htm
https://yogainternational.com/es/article/view/guia-para-iniciar-tu-practica-de-yoga-en-casa/