¿Conoces los tipos de dieta que pueden ayudarte a mejorar tu salud?

En la actualidad, existen muchas opciones diferentes que contribuyen a mantener una alimentación balanceada y un estilo de vida saludable, frente a las cuales a veces resulta confuso y complejo elegir.  

Al respecto, la Licenciada en Nutrición Dania Morales Padilla tuvo una interesante plática con estudiantes atletas de CETYS Universidad Campus Mexicali, a quienes explicó las características y beneficios de los  distintos tipos de dietas.

“El objetivo no es bajar de peso en tres meses, es crear hábitos para mantener nuestra meta, por eso es importante estar conscientes de lo que consumimos y poder escoger o elegir los alimentos ideales escuchando a nuestro cuerpo”, comentó.

  • Paleo: Es una dieta basada en alimentos similares a los que se podrían haber consumido en la era Paleolítica: carnes magras, pescado, verduras, frutas, proteínas, frutos secos y leguminosas, y en general, limitando la oferta de alimentos a los que en el pasado se podían obtener mediante la caza y la recolección.                               
  • Mediterránea: Más que una dieta, se trata de un estilo de vida equilibrado, con recetas, cocciones, costumbres, productos y actividades humanas diversas. Se trata de una forma de alimentación basada en las cocinas tradicionales de Grecia, Italia y otros países que bordean el mar Mediterráneo. Los alimentos de origen vegetal, como cereales integrales, verduras, legumbres, frutas, frutos secos, semillas, hierbas y especias son la base de esta dieta, de la cual, el aceite de oliva es la principal fuente de grasa agregada. Se incluyen con moderación el pescado, los mariscos, los lácteos y la carne de aves. Por el contrario, la carne roja y los dulces solo se comen ocasionalmente. El vino también suele asociarse con la dieta mediterránea. Puede incluirse, pero solo con moderación, ya que es cierto que el alcohol puede reducir el riesgo de padecer una enfermedad cardíaca, también tiene otros riesgos para la salud.
  • Keto o Atkins: Es un régimen bajo en hidratos de carbono, alta en grasas y consumo normal de proteínas. Con ella se logra la pérdida de peso, control del apetito, energía constante, rendimiento mental y control de la epilepsia mediante la ingesta de más alimentos ricos en proteínas y grasas y la restricción de glúcidos y azúcares, con el objetivo de generar una situación de cetosis (exceso de cetonas en la sangre) similar al ayuno.   
  • Détox: Es un método alimenticio que consiste en ayudar a eliminar del cuerpo todo lo que no necesita, con el objetivo de que su funcionamiento sea mucho más eficiente y así, perder algunos kilos de más de una forma más saludable, al mismo tiempo que se obtiene una sensación de bienestar. Se basa en el consumo de jugos y licuados durante hasta un mes. Es una dieta baja en energía, por lo que se debe tener en cuenta que al bajar de peso no solamente se está eliminando grasa; también agua y músculo. 
  • Ayuno intermitente: Es una estrategia nutricional que se centra en los tiempos de ingesta. Consiste en no comer nada durante uno o dos días no consecutivos; por ejemplo, martes y viernes. Al igual que otras dietas, el ayuno intermitente no es para todos, por lo que antes de implementarlo es importante contar con la evaluación y supervisión de un profesional de la salud.                                                         
  • Gluten free: Aunque originalmente está dirigida a personas con enfermedad celíaca, en la cual el gluten desencadena una actividad del sistema inmunitario que daña el revestimiento del intestino delgado, este plan de alimentación que excluye los alimentos que contienen gluten es popular entre las personas a las que no se les ha diagnosticado esta enfermedad, debido a que se le atribuyen beneficios como una mejora general de la salud, la pérdida de peso y el aumento de energía; sin embargo, las investigaciones al respecto no son concluyentes. El gluten es una proteína que se encuentra en el trigo, la cebada, el centeno y el triticale (un cruzamiento entre el trigo y el centeno). Si no hay afecciones o intolerancia, el gluten no afecta de manera negativa al organismo.
  • Vegetariana: En general, consiste en consumir alimentos exclusivamente de origen vegetal, o dicho de la forma opuesta, excluye todo producto de origen animal. En este régimen se pueden consumir vegetales, frutas, granos integrales, legumbres, semillas, nueces y puede incluir huevos y/o leche, si se es lactoovovegetariano. Algunas variantes como el veganismo se consideran también como estilo de vida, ya que además de la alimentación impacta otros hábitos como la vestimenta y el maquillaje.                                                                         

Una dieta no es mejor que otra, simplemente cada persona debe hacer la elección adecuada para su organismo, la que le funcione y le haga sentir bien sin dañar su salud.

“No empieces una dieta que terminará en un día, mejor inicia un nuevo estilo de vida que durará para siempre”, finalizó la nutrióloga.