A más de 400 días del inicio de la pandemia, la mayoría de las personas se encuentran estresadas y viviendo un proceso de adaptación, muchos de ellos en un entorno de amenaza y vulnerabilidad
Física y mentalmente, la mayoría de las personas se encuentran estresadas en la actualidad. A más de 400 días del inicio de la pandemia, sus cuerpos se han tenido que adaptar a un estado de sobrevivencia, en un medio en el que predomina la percepción de amenaza y vulnerabilidad.
Reconocer y aceptar esta situación es el primer paso en el proceso de transición a las condiciones de la nueva normalidad, explicó el Doctor Josman Espinosa Gómez, docente investigador de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali.
“Ninguno de nosotros va a ser el mismo que antes de la pandemia, ni física ni emocionalmente, lo mismo son los chicos de primaria que nuestros alumnos universitarios, la gente que va a trabajar o que los papás. Será necesario vivir un proceso individual de transición, en el que cada persona deberá seguir su ritmo y encontrar sus propios alcances y límites, de alguna manera cada quien encontrará sus técnicas y estrategias para empezarse a adaptar”.
Destacó que lo único que se tiene bajo control es el comportamiento propio, de ahí la importancia del autocuidado; es decir, cuidarse a sí mismo o misma, lo cual implica trabajar en el desarrollo de hábitos saludables como el ejercicio físico, la meditación, la salud mental y la nutrición. ¿Por qué?
•Ejercicio físico: Porque mejora el estado de ánimo y la salud cerebral al disminuir el deterioro de las neuronas, lo cual disminuye las probabilidades de padecer ansiedad y depresión.
- Meditación: Porque la relajación del cuerpo que se obtiene mediante la meditación genera cambios profundos en el cerebro, reduciendo el estrés y facilitando las conexiones neurológicas.
Salud mental: Contar con un espacio en donde puedas, a través del habla, escucharte, reflejarte y entender muchas de las cosas que estás pensando, es fundamental. Por eso, el cuidado de la salud mental es parte del botiquín de primeros auxilios con el que todos deberían contar, ya sea en la figura de un psicólogo o alguien con la confianza para hablar.
Nutrición en rojo: Porque los frutos rojos ayudan a fortalecer la salud del cerebro, tanto frutas como verduras: Pimientos, fresas, toronjas, uvas, manzanas, granadas, betabel, tomates, arándanos… Esto, porque contienen antocianinas, pigmentos hidrosolubles que tienen propiedades neuro regenerativas y que disminuyen la posibilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. *Cuando al consumo de frutos rojos se suma la reducción de calorías, el ayuno y las horas de descanso, también se favorece la regeneración cerebral*
“Las personas que están tranquilas, estables y seguras de sí mismas, pueden desempeñar su mejor productividad en todos los ámbitos, eso es clave, por eso estamos pugnando por el área de psicología del deporte en CETYS. Cuando nuestro cerebro está bien y lo ayudamos a conectar de otras maneras y las redes neuronales se conectan, el estrés se reduce y nuestro reingreso a la presencialidad va a ser mucho mejor y mucho más saludable”, finalizó el Doctor Josman Espinosa Gómez.
