La educación es como un barco sentado sobre muchas aguas, esta inmensidad oceánica representa el sistema actual globalizado compuesto de circunstancias multiculturales cuya digitalización y sistemas de aprendizaje están  evolucionando constantemente y a un ritmo vertiginoso.

El sistema educativo, se va moviendo al ritmo en que estas circunstancias lo hacen, pero hay algo que puede hacer que tome un rumbo propio y más rápido, que marque la pauta para brindar orientación y formación a las generaciones actuales.

Se requiere, como en cualquier barco, de una hélice potente, compuesta de cuatro elementos fundamentales para garantizar el impulso: escuela, empresas, sociedad y gobierno. Vemos cómo cada una de estas partes cumple un papel imprescindible.

La escuela

Como ecosistema social y académico, la escuela es el centro de formación en el que intervienen diversos factores con un mismo propósito: lograr el desarrollo estudiantil de los talentos que ahí se cultivan.

Para conseguirlo, es fundamental contar con una experiencia transformadora, trascendencia nacional y global, cultura de la innovación e impacto significativo en la comunidad.

Contando con estos cuatro pilares, una institución puede garantizar que el resultado de su intervención con cada uno de los actores involucrados, tenga solidez al tiempo que se convierte en una plataforma eficaz para la generación de más y mejores egresados capaces de contribuir con el adelantamiento tecnológico, social y cultural de su comunidad.

Así, la escuela es parte de la cuádruple hélice que se requiere para impulsar el talento de los jóvenes que en el corto plazo estarán liderando los proyectos que nos posicionarán, o no, frente al mundo.

Empresas

¿Cómo pueden las empresas ser parte del desarrollo de un estudiante? Pues bien, sabemos que en un terreno común, las prácticas profesionales, el servicio social y los proyectos entre la academia y las organizaciones son impulsos que ayudan de manera relevante en la formación de los estudiantes, sin embargo, algo que logrará que el sector pueda contribuir de forma más significativa es evaluar la intención de la vinculación que tiene con las Universidades. Si la intención es únicamente generar espacios de aprendizaje que beneficien de forma directa a la organización, aunque esto es importante, no cumple con todo el objetivo, pues es sumamente importante además mostrar interés por las facilidades que los jóvenes tienen para acceder a educación de calidad.

Es por ello, que muchas empresas, además de los vínculos mencionados al inicio, deciden dedicar parte de su presupuesto anual para brindar donativos al fondo de becas o algún proyecto de infraestructura universitaria que fomente una experiencia transformadora o algún otro elemento distintivo de una universidad de prestigio. El reconocimiento lleno de gratitud que la escuela pueda dar a estas empresas será muy representativo para los alumnos, pues entenderán que se trata de organizaciones comprometidas con la educación.

La sociedad

Las universidades son pilares de conocimiento y desarrollo en una sociedad, y su éxito depende en gran medida de la colaboración y el apoyo de la comunidad circundante. Aquí se presentan algunas formas en las que la sociedad puede contribuir al crecimiento y la mejora de las universidades.

En primer lugar, la sociedad puede involucrarse en la promoción de la educación superior. Esto incluye hablar positivamente sobre la importancia de la educación universitaria, alentar a los jóvenes a seguir carreras académicas y proporcionar orientación sobre las opciones disponibles en términos de programas y becas.

Además, la sociedad puede desempeñar un papel activo en la recaudación de fondos para las universidades a través de donaciones y patrocinios. Muchas instituciones académicas dependen de donantes para financiar investigaciones, proyectos y becas, lo que permite atraer a estudiantes talentosos y profesores destacados.

La participación en actividades de voluntariado y en la comunidad universitaria es otra forma crucial en la que la sociedad puede ayudar. Los voluntarios pueden ofrecer su tiempo y experiencia en eventos, programas de tutoría o proyectos de servicio comunitario que benefician tanto a los estudiantes como a la comunidad en general.

En resumen, la sociedad desempeña un papel esencial en el fortalecimiento de las universidades. A través del apoyo activo, la promoción de la educación superior y la colaboración, podemos asegurar que nuestras instituciones académicas continúen siendo centros de excelencia que nutren a las generaciones futuras y contribuyen al progreso de la sociedad en su conjunto.

 

En resumen, el gobierno desempeña un papel esencial en la mejora de las universidades a través de la inversión, la regulación y la promoción del acceso equitativo. Al hacerlo, se contribuye no solo al fortalecimiento de las instituciones académicas, sino también al progreso de la sociedad en su conjunto.

De esta manera, cuando cada una de las partes de la cuádruple hélice cumple con su función, entonces la educación se mueve, no al ritmo de las olas, sino a su propio ritmo.

El gobierno

La mejora de las universidades es esencial para el desarrollo y el progreso de una sociedad, y el gobierno desempeña un papel crucial en esta tarea. Aquí se presentan algunas formas en las que el gobierno puede contribuir a elevar la calidad y el impacto de las instituciones académicas.

En primer lugar, el gobierno puede aumentar la inversión en educación superior. Esto implica asignar recursos financieros adecuados para la investigación, infraestructura y programas académicos, lo que permitirá a las universidades mantenerse al día con las últimas tendencias y avances en sus respectivos campos.

Además, el gobierno puede establecer políticas y regulaciones que promuevan la transparencia y la rendición de cuentas en las universidades. La supervisión adecuada garantiza que los recursos se utilicen eficazmente y que se mantengan altos estándares académicos.

El gobierno también puede implementar programas de becas y préstamos estudiantiles enormes para que más personas tengan acceso a la educación superior. Esto fomenta la diversidad en el campus y ayuda a mitigar las barreras financieras que impiden que muchos estudiantes accedan a la universidad.

Además, el gobierno puede facilitar la colaboración entre universidades y la industria, lo que permite a las instituciones académicas mantenerse al tanto de las demandas del mercado laboral y promover la investigación aplicada.

En resumen, el gobierno desempeña un papel esencial en la mejora de las universidades a través de la inversión, la regulación y la promoción del acceso equitativo. Al hacerlo, se contribuye no solo al fortalecimiento de las instituciones académicas, sino también al progreso de la sociedad en su conjunto.

De esta manera, cuando cada una de las partes de la cuádruple hélice cumple con su función, entonces la educación se mueve, no al ritmo de las olas, sino a su propio ritmo.