Los modelos de madurez y los procesos de acreditación de calidad educativa.

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Los procesos de acreditación, tanto a nivel institucional como a nivel programa requieren que la institución presente evidencias en la forma de información y documentos, que demuestren el cumplimiento de los criterios para evaluación.

Por tanto, la institución deberá contar con procesos para la organización y allegamiento de información y documento, y el nivel de desarrollo e integración de estos procesos puede afectar la eficiencia de los procesos de acreditación que la institución lleve a cabo, y para ello es pertinente estudiar los modelos de madurez de procesos.

La madurez la podemos definir como la medida que permite a la organización evaluar sus capacidades en torno a un área de enfoque en particular (Rosemann y de Bruin, 2005), y este concepto puede aplicarse a distintos recursos en la organización, tales como procesos, objetos, tecnologías e inclusive capacidades de los individuos (Mettler, 2011). El nivel de madurez se evalúa mediante etapas secuenciales, cada una de las cuales está descrita por una serie de variables (Rao, et al 2003; Dekhleva y Dremmer, 1997), y la premisa fundamental es que esta progresión jerárquica es benéfica para la organización y difícilmente reversible (Soli-Saether y Gottschalk, 2010).

Los niveles de madurez se describen a continuación (Paulk, 2001):

  • NIVEL 1 – Inicial: El proceso para llevar a cabo los proyectos no está estructurado ni institucionalizado, existe en un ambiente inestable, impredecible y aleatorio, por tanto no existen políticas ni documentación de las actividades ni de los resultados.
  • NIVEL 2 – Repetible: Existen políticas para administrar los proyectos y procedimientos para implementarlos. La planeación y administración de los proyectos está basada en la experiencia sobre proyectos realizados anteriormente.
  • NIVEL 3 – Definido: Existe un proceso estándar y documentado para el desarrollo y administración de los proyectos.
  • NIVEL 4 – Administrado: Existen metas cuantitativas y cualitativas para los productos y procesos, y por ello la productividad y calidad son medidas y evaluadas.
  • NIVEL 5 – Optimizado: Existe un enfoque organizacional hacia la mejora continua: Los procesos de medición y evaluación arrojan información que es usada para identificar áreas de oportunidad y atenderlas.

Partiendo de la premisa de que los procesos de administración de información sobre calidad educativa en una IES pueden encontrarse en distintos niveles de madurez en función de los requerimientos establecidos por las distintas etapas de los procesos de acreditación, se buscó contextualizar las áreas de proceso clave del CMM a los procesos de administración de información sobre indicadores de calidad educativa desde esta perspectiva.

Lo que podemos observar es el CMM puede contextualizarse a los procesos de administración de información sobre indicadores de calidad educativa tomando como base el enfoque hacia la acreditación.   A su vez, los procesos de generación de evidencias estén relacionados  a cada una de las categorías de indicadores de calidad académica planteadas en el capítulo anterior, ya que en cada categoría se administran distintas piezas de información y documentos que sirven como evidencias en los distintas etapas del proceso de acreditación. Retomando lo planteado al final del capítulo anterior, la madurez de los sistemas y procesos en la institución, así como el desarrollo de infraestructura y equipamiento básico y especializado para dar soporte a las actividades académicas, administrativas y de investigación, tendrán relación directa con el nivel de eficiencia y eficacia que la institución demuestra en las distintas etapas de los procesos de acreditación.

A su vez la planeación institucional debe ser congruente y plantear estructuras y mecanismos que permitan que la administración de la información sobre indicadores de calidad educativa coadyuve al logro de resultados positivos en los procesos de acreditación y que esto sea de forma continua y sostenible para la institución.

De acuerdo al estudio llevado a cabo, se observó que es posible trasladar un modelo de madurez, en este caso CMM al contexto de la administración de la información sobre indicadores de calidad educativa tomando como base la perspectiva de los procesos de acreditación.

De tal forma que se esperaría que una IES que se encuentra adentrándose por primera vez en proceso de acreditación a nivel institucional o de programa se situaría en los primeros niveles, mientras que una IES que ha llevado a cabo varios ciclos de acreditación y re-acreditación a nivel institucional y de programa estaría situada en los últimos niveles. Se esperaría también que los procesos de administración de información tuvieran distintos niveles de madurez de acuerdo a una categorización de indicadores de calidad educativa.



Dr. Jorge Sosa López, Director del Centro de Excelencia en Innovación y Diseño de CETYS Universidad.

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