En una cultura de “hacedores”, pragmática, suele ser clara la importancia que le damos a hacer. El peligro de estar volcados en el hacer es que podemos no tener claro el sentido o propósito de lo que hacemos.
La tarea más importante de la vida es construir nuestra felicidad. Y para ello es indispensable alcanzar un mejor entendimiento de quiénes somos, por qué estamos aquí, y cómo podemos vivir una vida llena de sentido. Estas “grandes preguntas” por el sentido de la vida constituyen lo que podemos llamar la búsqueda de lo espiritual y son el cimiento de nuestra felicidad.
¿Cómo construir dichos cimientos? ¿Cómo involucrarnos en una auténtica y profunda búsqueda espiritual?
Astin, Astin y Lindholm (2011) han construido una escala para medir el nivel de búsqueda espiritual. Esta escala tiene varios componentes que podríamos convertir en propósitos específicos de nuestro día a día y con ello avanzar en la búsqueda del sentido de nuestra vida:
- Encontrar respuestas a los misterios de la vida
- Buscar la belleza en la propia vida
- Desarrollar una filosofía vital llena de sentido
- Volverse una persona más amorosacety
- Alcanzar una armonía interna
- Alcanzar la sabiduría
- El número de amigos cercanos que también están buscando el sentido de la vida
- La frecuencia con la que hablan con sus amigos sobre el propósito y sentido de la vida
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Sobre el autor…
El Maestro José Luis Espinosa estudió Filosofía y Teología. Actualmente es Director de Formación Integral Universitaria, responsable de los programas Fortes, Impacto y Brío en el Sistema CETYS Universidad. Le interesa el desarrollo humano, la ética aplicada y la música clásica.
Contáctalo a través de joseluis.espinosa@cetys.mx