Este intercambio fue una gran experiencia a nivel personal, más que como estudiante, porque me enfrenté a situaciones que jamás pensé y pude visitar lugares que jamás imaginé. Al inicio no lo medité demasiado, decidí irme y experimentar situaciones nuevas en una ciudad desconocida, y el estar allá amplio mi visión del mundo en todos los sentidos, me dejó muchas enseñanzas, buenos y malos momentos.Durante el intercambio, me conocí a mi misma y supe cómo reacciono ante las diversas circunstancias que se presentan. Esta experiencia sin duda me ayudó a poner en práctica mi comprensión y tolerancia hacia los diferentes estilos de vida de la gente. Tuve la oportunidad de conocer distintos países, lo cual me hizo crecer y tener una percepción nueva del mundo; he aprendido a tomar mis propias decisiones y hacerme responsable de ellas. El estar lejos de mi familia, amigos, comodidades, etc., me hizo valorar lo que tengo, pero a la vez empecé a encariñarme con el departamento que yo llamaba casa, allá en Barcelona; también aprendí a ser independiente y a tener más responsabilidades. En lugar de experimentar lo que varias personas me decían, acerca de que el intercambio es solo diversión y fiesta, viví algo distinto, un cambio, un aprendizaje bastante considerable y sobre todo crecimiento personal.Agradezco enormemente a todos los que me ayudaron a lograr un sueño; a CETYS Universidad por la oportunidad, a mis amigos por apoyarme, pero sobre todo a mi familia, porque fueron ellos quienes hicieron posible mi viaje a Barcelona. Asimismo invito a todos aquellos que tienen la oportunidad de participar en un intercambio, a que se arriesguen a vivir la experiencia porque les cambia la vida, enfrentan los temores, crecen como personas, pero sobretodo viven una experiencia inolvidable.