Desde que se nos es dado el regalo de la vida al nacer, nos acompaña una parte intangible y abstracta de nuestro ser que nos cuesta trabajo percibir, ya que se encuentra íntimamente ligada a nosotros como seres vivos. Dicha parte es el espíritu. Algunas personas podrán coincidir en que la presencia del espíritu se manifiesta desde nuestra infancia, ante la inagotable capacidad de asombro por lo que nos rodea: no sólo el cerebro registra y almacena nuevos descubrimientos hechos a nuestra corta edad, sino que el espíritu se siente feliz por ello. Si nos esforzamos, podremos recordar que no hace mucho tiempo gozábamos de la sensación indescriptible de felicidad al contemplar la luna, acariciar una mascota o ver a nuestros padres llegar del trabajo.
A medida que avanzamos en nuestra formación académica y profesional, la cotidianidad y la inmediatez de nuestras actividades hacen que nos distanciemos de nuestro espíritu. Ya sea porque nos vemos inmersos en las tareas diarias o porque nuestra vida se transforma en una búsqueda por lo material, el espíritu queda relegado a un segundo o un tercer plano, donde deja de tener importancia. De ahí que las personas nos cuestionemos fuertemente cuál es nuestra razón de existir, y nos sintamos vacíos y solos.
Tener un estrecho contacto con esta parte de nuestra vida debe ser una de nuestras prioridades. La presencia más evidente de nuestro espíritu es en las cosas pequeñas: saludar a un amigo, amar a los demás, ver una película que nos conmueva hasta las lágrimas, tener el sentimiento espontáneo de ayudar a otros y sentirnos bien por ello.
En la medida que escuchemos activamente a nuestro espíritu -esto es, teniendo momentos de silencio y reflexión con uno mismo-, nos daremos cuenta que nuestra vida se tornará más tranquila, pero sobre todo, significativa.
Cuidar nuestro espíritu es cuidarnos a nosotros mismos; crecer cultivando nuestra dimensión espiritual puede parecer una tarea de los más religiosos, pero es la misión más importante que tenemos como seres humanos.
Sobre el autor…
Gerardo Israel Padilla Villarreal es alumno de 6o semestre de la Licenciatura en Negocios Internacionales. Disfruta la literatura y la buena oratoria. Le apasionan las ciencias sociales y las humanidades, particularmente la Filosofía y la Historia, las cuales son su tema de conversación favorito.
